lunes, 29 de diciembre de 2014

Viajando con Astérix - La odisea de Astérix

En estas fechas tan señaladas, vamos a acompañar a Astérix y Obélix a Tierra Santa. El viaje a Oriente Medio de nuestros amigos galos se produce en la aventura número 26: La Odisea de Astérix. Aunque algunas zonas, se pueden considerar de conflicto, hay otras en las que no supone ningún problema viajar con los peques. 
Tras un largo, pero distraído, navegar rodeando Hispania y atravesando todo el mar Mediterráneo, la nave en que viajan nuestros amigos llega a su destino e intenta atracar en el puerto de Tiro, antigua importante ciudad fenicia.

Este puerto está muy bien representado por Uderzo, recordando el asedio que unos siglos antes había puesto Alejandro Magno sobre la ciudad.



Tiro es una ciudad situada en el sur del Líbano, a 32 km al sur de Sidón. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1984, por sus vestigios arqueológicos de diversas civilizaciones. En Tiro podemos visitar los dos conjuntos de ruinas de épocas greco-romana y bizantina (el Cardo Máximo, la necrópolis, el hipódromo, etc.).
La zona de Al-Mina es una parte de estas ruinas arqueológicas y la más recomendable de visitar. Contiene restos de las épocas griega, romana y bizantina, entre los cuales encontramos edificios civiles, columnatas, baños públicos, calles con mosaicos y el teatro rectangular. La vida romana se organizaba a través de una vía pavimentada con mármol y bordeada por filas de suntuosas columnas de un metro de diámetro y ocho metros de alto. Esta vía, de 175 m de largo, desemboca en el mar. Desde la orilla podremos ver a poca distancia pequeñas islas que de hecho era los rompeolas y muelles del antiguo puerto fenicio, llamado puerto egipcio porque estaba encarado hacia el sur, donde está Egipto. También es recomendable un pequeño paseo por la parte antigua de la ciudad nos lleva hasta el puerto pesquero y restos del barrio cristiano entre tiendas del zoco. 

Actualmente la República Libanesa es uno de los países a los que se recomienda viajar con precaución y abstenerse de visitar ciertas zonas azotadas por la violencia terrorista durante los últimos años. Esperemos que esta situación mejore porque realmente es un país con lugares preciosos al que merece la pena viajar. 

Pero retomemos el viajes de los galos. Como los romanos impiden que nuestros amigos tomen tierra, lo intentan en otras ciudades situadas más al norte: Sidón (hoy Sayda), Biblos (hoy Jbail) y Arad (hoy Aarida). Pero en ninguna de ellas consiguen llegar a puerto.

Sidon (Sayda) es una de las más eminentes ciudades fenicias del pasado. Se pueden visitar restos de época medieval, islámicas y cruzadas así como de época otomana. La fortaleza del mar, símbolo de la ciudad y pintoresca como pocas, se remonta al S.XIII durante las cruzadas. Un paseo por el zoco cubierto todavía anclado en el pasado. Merece la pena visitar la Mezquita Omeya y el Caravasar de los Francos.

Biblos (Jbail) es un lugar de extraordinaria importancia en la Historia de la Humanidad: según los expertos fue aquí donde se originó el alfabeto fenicio, del cual surgió el griego, que a su vez dió origen al latino. Sus principales atractivos: el recinto arqueológico, el castillo de los cruzados, el puerto y el zoco. Para visitar las ruinas del Biblos antiguo es mejor contratar una visita guiada, de otro modo será muy difícil que las podamos interpretar.

Los galos, ante la imposibilidad de llegar a tierra en Fenicia, optan por viajar al sur, al Reino de Judea (en el 50 a,C, ya unificado con el de Israel y bajo protectorado romano tras la conquista de Pompeyo en el 63 a.C.) donde bajan a tierra en una desértica playa.

Desde allí se dirigen a Jerusalén, pero la ciudad está vigilada por los romanos, por lo que deciden descansar en la cercana Belén antes de entrar en Jerusalén burlando a las legiones romanas.
Belén, es una ciudad que se puede visitar, siempre cumpliendo con las medidas de seguridad establecidas. Esta situada a 5 km de Jerusalén; y se puede visitar por libre o con un operador. Para que nadie, se sorprenda, advertir que para llegar hasta Belén hay que pasar por un pasillo de hormigón, que separa la parte israelí de la palestina (Muro de Seguridad) ya que Belén es una ciudad bajo el mandato de la Autoridad Nacional Palestina. Si uno llega hasta aquí es para visitar la gruta donde nació Jesús. Se entra por una pequeña puerta, del tamaño de un niño de unos seis años, que da paso a una iglesia con una decoración muy peculiar. Merece la pena visitar la Gruta de la Leche, que es donde se escondieron María y José con Jesús para evitar la matanza del día de los inocentes. Cuentan que una gota de la leche de María toco una roca blanca y la convirtió en roja. Hay quien cree que visitar el lugar aumenta la fertilidad. Y otro lugar es la Tumba de Raquel, lugar sagrado para musulmanes, judíos y cristianos. Aquí el acceso solo está permitido a quien viaja en el autobús Egged desde Jerusalén, por motivos de seguridad.

Aprovechando la oscuridad de la noche, y tras saltar el muro no sin algunas lamentaciones, entran en Jerusalén.

Jerusalén es una de las ciudades más antiguas del mundo, habitada por los jebuseos antes de la llegada de las tribus hebreas a Canaán a principios del siglo XIII a. C. Según la tradición, puesta en duda por algunos arqueólogos, fue la antigua capital del Reino de Israel y del Reino de Judá, y siglos más tarde del reino franco de Jerusalén. Es considerada una ciudad sagrada por tres de las mayores religiones monoteístas: el judaísmo, el cristianismo y el islam. La Ciudad Vieja de Jerusalén fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1981. Jerusalén tiene mucho que ver y que descubrir, tanto que le dedicaremos un post entero otro día.

Pero para que os hagáis una idea de cómo dibuja Uderzo, aquí os dejo la viñeta del cómic y una imagen de la maqueta de Jerusalén en la época de Jesucristo (que podríamos decir, la época de Astérix) y que podéis ver junto al Santuario del Libro en el Museo de Israel, en la propia Jerusalén.




Como en Jerusalén tampoco encuentran su objetivo, se dirigen a la cercana región de Babilonia, en Mesopotamia, atravesando el Mar Muerto y adentrándose en el desierto.

El imperio babilónico dejó de existir en el 539 a.C. pero durante muchos años a su región se le siguió conociendo por el nombre de Babilonia. Es el actual Iraq.

Desgraciadamente Iraq no es un país en absoluto seguro en estos tiempos, y tendremos que dejar para mejor ocasión poder vivir las Mil y Una Noches viajando a la legendaria Babilonia y su capital Bagdad.

Pero a los galos no les hará falta llegar a tierras babilónicas, pues en dos jornadas encontrarán el preciado objeto de deseo que les había traído hasta estas tierras.

El regreso a la aldea no se hace esperar. Astérix y Obélix vuelven al Mediterráneo y embarcan de nuevo con su amigo fenicio en la antes citada Tiro.

Nota del autor: este post ha sido escrito en colaboración el blog "En una aldea de Armórica..." En él podréis encontrar más información sobre Astérix.

martes, 23 de diciembre de 2014

Museo de los niños en Indianápolis

El Museo de los Niños en Indianápolis (en inglés The Children's Museum of Indianapolis) es el museo infantil más grande del mundo. Se encuentra en Indianápolis, en el estado de Indiana (Estados Unidos).
No hay vuelos directos desde España a Indianápolis (recordad que esto puede variar, siempre hablamos en el momento en que escribimos el post, año 2014), pero si haciendo una escala. Es una ciudad con una gran riqueza cultural y es una alternativa a los clásicos viajes a tierras americanas.

Con más de 43 mil metros cuadrados de superficie, repartidos en cinco plantas de exposición, esta diseñado para que los niños puedan participar activamente en todas las exposiciones. Este museo fue fundado en 1925 por Mary Stewart Carey, una empresaria adinerada  que se inspiró en el Brooklyn Children´s Museum.

El horario del museo es de diez de la mañana a cinco de la tarde. El precio para los menores de 18 años es de 14.50 dólares, entre 18 y 60 años es de 19.50 dólares y para mayores de 60 años es de 18.50 dólares (y lo mismo que con los vuelos, horarios y precios son a fecha de diciembre 2014). Se pueden comprar las entradas por internet.

Su colección se divide en tres grandes áreas: el Mundo Natural, el Mundo Cultural y la Experiencia Americana. La escalera principal del museo es una gigante rampa de espiral que permite a los visitantes acceder a las cinco plantas del museo ya sea caminando, en carrito o en sillas de ruedas.
En el sótano encontramos de manera permanente un planetario, un cine y una locomotora enorme de unos 11.000 kg. En la planta baja esta el centro de bienvenida, esculturas de dinosaurios y un enorme reloj de agua del que os hable en este post. Fuera del museo está el Jardín Mundial de las Siete Maravillas. En el segundo nivel, están las exposiciones provisionales del museo. La única exposición semipermanente de esta zona es la galería Take Me There, aunque su contenido cambia periódicamente con la representación de una cultura diferente cada dos o tres años. Ahora (diciembre 2014) está la cultura china.

El tercer nivel presenta "El Poder de los Niños: Representando una Diferencia", una exposición permanente que cuenta las historias de niños como Ana Frank o Ryan White y el impacto tuvieron en el mundo. Su objetivo es crear un ambiente donde se traten asuntos relacionados con el prejuicio y la discriminación y buscar soluciones a los problemas con intérpretes en primera persona, teatro en vivo. La galería tiene sonidos, citas escritas en las paredes, paneles interactivos ...La segunda exposición permanente situada en el tercer piso es "Story Avenue", donde se camina a través de una comunidad afro-americana simulada con maniquíes de tamaño real. La exposición se centra en la narración de tradiciones de los afro-americanos. También está el área de juego preescolar llamada "Playscape", diseñada para menores de cinco años.

Situado en la parte superior de la rampa en el cuarto piso se encuentra la casa de muñecas Ball Dollhouse. Una de las exposiciones más populares del museo es el tiovivo instalado en esta planta. El carrusel fue construido originalmente para un parque de atracciones en 1917 y fue restaurado y reinstalado en este museo en 1973. Todo un clásico.
También está la exposición Trabajos de Ciencia, dedicada a las ciencias naturales. Los niños pueden construir barcos de juguetes para flotar a lo largo de un canal de agua, jugar en una zona de construcción, levantar un arco, escalar una pared de roca, gatear a través de túneles y participar en de otras actividades. Dentro de Trabajos de Ciencia se encuentra el Laboratorio de Biotecnología, que organiza eventos periódicos que se centran en el futuro del ADN y la química y SciencePort, que se centra en la biología de las plantas.

Unido al museo por varios puntos encontramos Dinosphere. simula un día en el último periodo del Cretácico, hace más 65 millones de años. El centro del espacio de exposición incluye tres escenas temáticas de fósiles y de la vida de los dinosaurios. Los visitantes pueden realizar excavaciones de fósiles y tocar un fósil real de Tyrannosaurus rex.

No me digáis que no os gustaría descubrirlo con vuestros peques.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Relojes de agua

Aunque el reloj de agua (cuyo nombre para jugar al Trivial Pursuit es clepsidra) más antiguo del que se tiene conocimiento, data del 1530 a.C., hoy día no es muy habitual ver uno de estos magníficos artefactos capaces de decirnos casi de forma mágica qué hora es. Creados para la noche, cuando no era posible utilizar el reloj solar, los que nos han llegado de aquella época eran sencillas vasijas que contenían agua hasta un cierto nivel y un orificio en la parte inferior por el que salía el agua a una velocidad determinada que hacía marcar la hora.

Pero poco o nada tienen que ver esas clepsidras ideadas por egipcios y griegos con las que os vamos proponer ver.

Si buscáis un poquito por la red, veréis que hay una figura clave en todo esto:el científico y artista francés Bernard Gitton, autor de varios de estos imponentes relojes:
  • "The Water Clock", en el Museo de los Niños de Indianápolis (del cual hablaremos otro día, porque merece un gran reconocimiento);
  • "Clepsydra Water Clock" en Abbotsford, British Columbia
  • "Time Flow Clock" Europa Center, Berlin
  • "Time-Flow Clock" Rødovre Centrum, Dinamarca
  • Y el rloj de agua del centro comercial "Shopping Iguatemi" en Porto Alegre (Brasil).
Para que os hagáis una idea de su funcionamiento, el de Indianápolis mide aproximadamente 8 metros de altura, las luces en el reloj son verde claro. Está hecho de vidrio y acero, y contiene 260 litros de una solución de agua desionizada (para mantenerla como aislante de electricidad), metanol (para evitar el crecimiento de bacterias en el interior del reloj) y colorante azul. Fue ensamblado en Francia para asegurar su funcionamiento, posteriormente fue desarmado y enviado en barco a Indianápolis. Una curiosidad: tiene 12 esferas grandes para marcar las horas, pero sólo tiene 58 esferas pequeñas como marcadoras de los minutos en vez de 60, porque los dos minutos que faltan los emplea el agua en volver a llegar arriba.

Si Indianápolis os parece muy lejano, para los que vivís en España hay una réplica mucho más próxima, concretamente en el Centre Júlia de Andorra.

También mucho más próximo y con un estilo muy diferente al del artista francés, Fernando Capdevila creó su particular reloj de agua.
Lo podéis encontrar a la entrada del restaurante Can Traver, en la localidad barcelonesa de Bigues i Riells. En este caso no se trata de llenar esferas, sino de mover una enorme rueda (como si de un molino se tratase) que es la que nos marca la hora.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Arribes del Duero

La comarca de Los Arribes se encuentra situada en el oeste de Zamora y Salamanca. En este lugar, el Duero hace frontera con Portugal y se encajona formando cañones profundos y extensos. La utilización del río es compartida, así como la navegación de sus aguas. Los más de 1.000 kilómetros cuadrados del Parque Natural Arribes del Duero ocupan la margen izquierda; la derecha pertenece al Parque Natural do Douro Internacional.
Este bello Parque Natural puede ser recorrido a pie, en barco o en coche.

Lo mejor es comenzar nuestro viaje en las casas del parque: la de la Torre del Homenaje en Sobradillo (Salamanca) y la del Convento de San Francisco en Fermoselle (Zamora) facilitan información y las claves necesarias para abarcar mejor el parque natural. Además, el conjunto histórico artístico de Fermoselle merece la pena ser recorrido y disfrutado

Respecto a los cruceros fluviales, los dos más interesantes y con un precio asequible son: el que recorre la orilla de la provincia de Salamanca y el otro es el que parte desde el lado Portugués (Miranda do Douro), colindante con la provincia de Zamora. Su precio es de unos 20 euros.

Pero sin duda, la mejor forma de disfrutar de las Arribes del Duero es a través de su excelente red de miradores y senderos. Probablemente el más famoso es el Mirador del Picón de Felipe.

Según dice la leyenda, su nombre se debe a un hombre llamado Felipe, que a golpe de martillo intentó tumbar la montaña para pasar a Portugal. Tiene varios puntos de observación, pero particularmente los mejores están situados en la parte de abajo, el recorrido no son más de 2 kilómetros; eso si no se puede ir con carrito de bebé. Muy cerca está el Mirador del Fraile situado al final de la carretera. En este caso no hay que andar nada, se puede aparcar a unos 50 metros antes de llegar a la presa. Eso sí los niños siempre controlados porque no es muy seguro. Las vistas son impactantes y no aptas para aquellos que tengan vértigo.

Volviendo de los dos anteriores miradores, está el desvió al pueblo de la presa de Aldeadávila.
Desde allí sale una carretera que sube hasta lo alto de la central donde hay dos excelentes miradores. También es imprescindible acercarse a una de las cascadas más bellas y espectaculares de toda la Península: el Pozo de los Humos, donde el agua cae desde más de 200 metros.

También hay un embarcadero en la Playa del Rostro, donde también se pueden alquilar piraguas, accesible desde Corporario, y donde por 20 euros los adultos y 10 los niños (hasta 9 años) se puede hacer un recorrido de unos once kilómetros ida y vuelta desde allí hasta la presa de Aldeadávila en aproximadamente una hora y media. Si la excursión es a primera hora de la mañana, se pueden ver las aves saliendo de sus nidos en busca de comida, y si es a última de la tarde, se las ve regresar, y es magnifico observar como aprovechan las corrientes de aire del cañón.
Hay una empresa, “El Arribito”, que organiza excursiones de algo más de 2 horas en 4x4 por la zona acompañados de un guía.

Una cosa importante a tener en cuenta: entre Febrero y Agosto algunos de los senderos que circulan por las Arribes del Duero están cerrados al público debido a la época de crianza de las aves; transitar por ellos es motivo de multa. En el mes de diciembre el paseo entre olivares puede coincidir con la recogida de la aceituna.

        

lunes, 15 de diciembre de 2014

El Acuario de Georgia (Atlanta)

Considerado como el mayor acuario del mundo, el Acuario de Georgia en Atlanta (Estados Unidos) cuenta con casi cien mil especies marinas en sus 32.000 toneladas de agua tanto dulce como salada. El Georgia Aquarium es un lugar de conservación y estudio de la vida acuática, y busca ser una experiencia educacional, entretenida y comprometida para sus visitantes.
Fue inaugurado en 2005 gracias a Bernard Marcus, un hombre de negocios que puso los 40 millones de dólares que hicieron posible su construcción, como regalo a la ciudad de Atlanta. Esta situado en el centro de la ciudad ( 225 Baker St NW). Si vais en coche, es accesible desde la I-85, I-75 y I-20. Hay varias zonas de aparcamiento, pero suelen llenarse muy pronto. Otra opción es el tren, la estación Philips Arena/CNN Center esta muy cerca del acuario.

Este lugar es impresionante, tanto para niños como para adultos. Se tardan entre dos y cuatro horas en su visita. Las entradas se pueden comprar on-line y así ahorrar las colas de espera. Está abierto todos los días del año de 10:00 a 17:00, de domingo a viernes. Los sábados es de 9:00 a 18:00.
Sus instalaciones se dividen en cinco grandes galerías separadas que se disponen en torno a un gran patio central. Hay 60 hábitats diferentes, imitando las condiciones de diversos ecosistemas.
Sus nombres son Georgia Explorer, Diver Tropical, Ocean Voyager, Cold Water Quest y Scout River. Como desplazarse de un lado a otro puede resultar agotador, hay una larga cinta transportadora de movimiento lento que lleva a los visitantes a través de un túnel acrílico a 30 metros de profundidad por debajo de cada tanque.


La atracción más grande con diferencia es el tanque Ocean Voyager. Este tanque de agua salada tiene 87 metros de largo, 38 metros de ancho y 9 metros de profundidad. Alberga tiburones ballena, mantas, meros, tiburones y rayas. Se pueden observar a través de una ventana de 18 metros de largo y 8 metros de alto o mientras paseas por un túnel transparente que atraviesa el tanque por el centro. Es la única institución fuera de Asia que sirve de hogar a  tiburones ballena.

A los niños, les suele gustar mucho el tanque abierto, donde se pueden tocar rayas, cangrejos y estrellas de mar. También hay un espectáculo de delfines muy divertido que dura una media hora y se realiza dos veces al día (los sábados, hay cuatro pases). Los delfines interactúan con actores en un espectáculo en el que se emplean trajes, luces, efectos especiales y música impactante.

La exhibición Deepo's Undersea 3-D Wondershow, tendrá a los niños riendo en sus asientos. Las medusas nadan, las tortugas de mar cantan y los delfines juegan ante sus ojos.
Otros datos de interés: El Georgia Aquarium no permite pasar con comida del exterior, bebidas, chicles, cuchillos, mecheros o armas de fuego. Se puede pasear con el carrito del bebe sin problemas.

Si queréis más información, en su página web oficial www.georgiaaquarium.org

jueves, 11 de diciembre de 2014

El Sendero de los Aduaneros (Francia)

Esta ruta la nombré de pasada cuando os hable de Erquy (la aldea Gala de Asterix), pero sus casi mil  quinientos kilómetros de senda peatonal (y no he exagerado) se merecen su propio post.
Una de las mejores formas de descubrir la Bretaña Francesa es a través de esta ruta, que parte de Mont-St-Michel (región de Normandía) hasta el puerto de St. Nazaire (región del Loira Atlántico). Esta claro, que según la edad de los peques, habrá que variar las distancias a recorrer, pero por supuesto que se puede descubrir con niños. Lo normal, con niños o sin ellos, es elegir un tramo concreto o ayudarse de coches de apoyo para ir completando los tramos más espectaculares y llamativos. 

En el siglo XVII, un ministro del rey Luis XVI decidió gravar con una tasa aduanera todos los productos que fueran importados. Para evitar que hubiera contrabando, estableció un servicio de vigilancia a lo largo de toda la costa. Estos aduaneros tenían un tramo de costa asignado. Esos caminos usados por los agentes de aduana, reparados, unidos y señalizados, son los que ahora se han convertido en el sendero de los Aduaneros, o GR 34. Hoy día, el Sendero de los Aduaneros es un lugar privilegiado y acondicionado para el excursionismo. Esta ruta está protegida por el Conservatorio del litoral francés.
Empezando por la costa norte de Bretaña, podrás disfrutar de la bahía del Monte Saint-Michel, de Saint-Malo, de las impresionantes rocas de la costa de granito rosa y de los dentados arrecifes de la costa de los Abers. La ruta continua hacia el sur, por la majestuosa bahía de Douarnenez, la emblemática punta del Raz y sus costas hasta dar comienzo las costas de Pays de la Loire con las salinas de Guérande. La ruta continúa alternándose calitas y largas playas cruzando los pueblos de Le Croisic, Le Pouliguen, Pornichet y Saint-Nazaire. El sendero sigue desde Saint-Brévin-les-Pin hasta Bourgneuf-en-Retz pasando por Moutiers-en-Retz o Pornic disfrutando del litoral entre playas, dunas y bosques.

De esta ruta son pueblos destacados:

Mont Saint-Michel: Sobre esta abadía erigida sobre una colina y con un pueblo a sus pies, ya os hable en este post (Fortaleza de Enredados) . Un lugar imprescindible para cualquier viajero que se precie.

Saint - Malo: Desde la Edad Media y hasta el siglo XIX, fue uno de los puertos más destacados del norte francés. Estando allí merecen la pena visitar el castillo y el fuerte Nacional.

Dinan: En esta preciosa ciudad amurallada merece la pena visitar la basílica de St-Sauveur y la Torre del Reloj.

Fougéres: Esta ciudad fortificada esta emplazada al este de Rennes (a donde llegan varios vuelos desde España). En el paseo no deben faltar el castillo (siglo XII), la plaza del mercado y la iglesia de St-Sulpice.

Bosque de Paimpot: Conocido como bosque de Brocéliande o Bosque de Merlín. Con los peques puedes disfrutar de muchas de sus leyendas. El monumento megalítico de la Tumba del Gigante y la escultura el Árbol de Oro son también interesantes.

Costa de granito rosa: Este tramo del litoral se caracteriza por el color rosáceo de la roca. El pueblo de Perros-Guirec guarda alguna de las calas más bellas. A esta parte pertenece el pueblo de Erquy.

Ploumanach: Es un puerto natural con rocas redondeadas de formas curiosas.

No me digáis que os vais a resistir a que entre en la lista de vuestros posibles viajes...


miércoles, 10 de diciembre de 2014

Castillo de Frederiksborg

Dinamarca es un país perfecto para viajar con niños. En nuestra escapada por esas tierras, nos acercamos desde Copenhague a Hillerod (30 minutos en coche o bien en tren más un paseo de una media hora) y descubrimos este precioso lugar: el Castillo de Frederiksborg.
El castillo de Frederiksborg
El castillo de Frederiksborg (Frederiksborg slot en danés) esta construido en Hillerød sobre tres islotes del Slotssø («lago del castillo») y fue construido entre 1560 y 1630. Se trata del palacio más grande de Escandinavia. Fue construido en honor a Federico II y durante mucho tiempo fue el hogar de la Familia Real Danesa. Tanto su exterior como su interior son impresionantes.

En 1859 un incendio destruyó gran parte del castillo. Por suerte, J. C. Jacobsen, propietario de la cervecera Carlsberg, restauró el edificio y ayudó a fundar un museo del historia nacional (Det Nationalhistoriske Museum), que ocupa 80 estancias del palacio.

Tiene una arquitectura muy llamativa de ladrillo rojo y tejado de cobre verde. Al pasar sus puertas, en el centro de su patio, te encuentras con la preciosa Fuente de Neptuno. Más allá de la fuente, una hermosa puerta coronada por un frontón tallada marca la entrada del atrio, delimitado por las tres alas del edificio principal. En el ala norte está galería de mármol de dos pisos; en el ala oeste, la capilla, flanqueada por una gran torre, y el ala este es conocida como de la princesa. Hay cuatro torres cada una con una escalera de caracol que conectan las tres plantas del castillo. Se tardan unas dos horas en recorrer el castillo completo

Cuenta con unos jardines impresionantes en la parte trasera del palacio que se pueden visitar de forma gratuita. Se trata de un jardín barroco que Christian IV creó con el objetivo de asemejarse con una auténtica villa italiana. Son preciosos.
El horario de visitas es del 28/03 al 31/10 de 10:00 a 17:00 / de Noviembre a Marzo de 11:00 a 15:00 y exceptuando el museo, el resto es gratuito.

martes, 9 de diciembre de 2014

Londres y Mary Poppins

Para los que nos gusta el cine y viajar, Londres siempre es un buen destino. Hace unas semanas este blog ya se paseo por allí buscando a Sherlock Holmes, pero hoy os propongo descubrirlo de la mano de una de las niñeras más famosas del mundo: Mary Poppins (Robert Stevenson, 1964)  La famosa película de Disney que se estreno hace ya 50 años, sigue gustando a niños y mayores y dando una envidia (y no buena) a todos los que nos gusta viajar de la capacidad de su bolso.

Pese a que la novela en la que se basa la película esta ambientada en el Londres de 1910 fijándose una poco y añadiendo la banda sonora adecuada, se pueden descubrir un montón de rincones. Sopla viento del este...¿empezamos nuestra ruta?

Empezamos en la casa del loco Almirante Boom. La casa en la que se basaron los creadores de la película data de 1791 y se encuentra en Admiral´s Walk, en el distrito de Candem (muy cerca del conocido mercado alternativo).  Es un edificio muy original, uno de sus techos simula la cubierta de un barco. Su dueño real, el teniente Fountain North también solía disparar el cañon para celebrar los cumpleaños reales, igual que el personaje de la película.

Desde allí iremos a la casa del tio Albert. si recordáis la película Mary Poppins lleva a los niños a casa de su tio Albert, un viejito bastante peculiar que estaba flotando en la casa y mientras más se reía más alto subía; todo acompañado por la canción "Me gusta reir". Actualmente la casa del tio Albert es un pub en un acogedor edificio histórico del 1800 (The Holly Bush- 22 Hollymount Hampstead) donde las familias son bienvenidas. No es una opción barata para comer, pero tampoco excesivamente cara. 
Para ver Londres desde arriba como los deshollinadores (Chin chimini, chinchimini..) podemos acercarnos a la colina de Primrose Hill y disfrutar de una de las mejores vistas sin obstáculos de todo el centro de Londres y visitar el Regent' Park. Este parque fue construido en 1811 cuenta con un teatro al aire libre, un impresionante jardín de rosas, un lago con barcas, espacios de juegos, cafeterías y el gran Zoo de Londres. Perfecto para los peques.

Para recordar la caza del zorro a lomos de los caballos del tiovivo tenemos que dirigirnos a Hyde Park (Metro Hyde Park Corner). No veremos zorros, pero si muchas ardillas y diferentes aves. Este parque sólo se encuentra separado por un puente de Kensington Gardens. El Hyde Park y los Kensington Garden's guardan, además de una de las zonas verdes más grandes de Londres central y el famoso Speakear's Corner, un sinfín de secretos y aventuras. Peter Pan se refugió en él hasta que pudo irse a Nunca Jamás (pero esto será otro post..). Este es el parque donde Mary Poppins llevaba a jugar a los niños Banks. Al entrar hay que acordarse de hacer un poco de magia como en la película: pensar, guiñar, pestañear dos veces y saltar. Si no funciona lo mejor es usar la palabra mágica: supercalifragilisticoexpialidoso ¿cantamos?

Si volvemos al metro y cogemos la línea roja (Central line) en Lancaster Gater llegaremos a St. Paul’s. Aquí es donde se rodo la escena de la vendedora de pan para las palomas y su enternecedora canción en la escalinata de la catedral. Merece la pena entrar y  ascender por la escalinata, para observar los frescos que la decoran por dentro y asomarse al exterior y disfrutar de la panorámica. A la mitad de la subida se encuentra la Galería de los susurros, en la que, como su nombre indica, se puede escuchar un susurro a 32 metros de distancia, gracias a su peculiar acústica: si se sitúa cada uno en un extremo y se habla a la pared podrás oir al otro. A los niños les encanta. (El precio de la entrada es 16 libras para los adultos, 6 libras para niños entre 5 y 18 años y los menores de 5 años es gratis, a diciembre de 2014).  La visita a la cripta también está incluida con el precio de la entrada.

La última parada del recorrido es el Banco de Inglaterra (Bank of England), en la calle Threadneddle, muy cerca de la catedral. Allí fue donde los niños Banks provocaron sin querer una retirada masiva de capitales del banco. Aunque el edificio no es espectacular, merece la pena callejear por la zona y descubrir el Londres más financiero. 

Cómo me gusta Mary Poppins y cómo me gusta Londres....

jueves, 4 de diciembre de 2014

Medina Azahara

Cuenta la leyenda que tan inmenso era el amor del Sultán hacia su favorita al-Zahrá que prometió construirle la más magnífica ciudad que los ojos hubieran visto. Una ciudad que llevaría el nombre de Madinat al-Zahrá, Ciudad de Azahara, ciudad brillante, ciudad de la flor.

El yacimiento arqueológico de Medina Azahara está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento desde el año 1923. Es una buena manera de que nuestros peques conozcan un poco mejor el sello que los califatos árabes dejaron en España.

Fue Abd-al-Rahmán III quien escogió el lugar a los pies de la sierra de Córdoba y en sólo 25 años, levantó un increible paraíso, gracias al trabajo de más de diez mil hombres segun los historiadores. A este lugar trasladó toda su corte y la convirtió en capital del califato, residencia real y sede del gobierno.

Medina Azahara esta a 5 kilómetros de Córdoba por la carretera A-432 que se dirige a Palma del Río. Si no vas en coche, todos los días hay un servicio de autobús que desde el paseo de la Victoria, con parada inicial en la Glorieta Hospital Cruz Roja, y otra parada frente al Mausoleo Romano, te acerca. Los horarios (año 2014) son, de martes a viernes, así como domingos y festivos, a las 9,30 y 10,15 horas, con regreso a las 13 y 13,45 horas. Los sábados hay otra salida adicional a las 13 horas, con retorno a las 18,30 horas. Los precios de los billetes son 7,13 euros para adultos, y 3,56 euros para niños de 5 a 12 años. Los menores de 5 años tienen billete gratis. Estos precios incluyen el billete del autobús que en Medina Azahara une el museo con los restos arqueológicos.

Si vas en coche hay un aparcamiento habilitado. Lo aconsejable es que, en primer lugar, se visite el Museo de Medina Azahara (ganador del Premio Aga Khan de Arquitectura), donde te dan una explicación detallada de lo que luego puedes ver en los restos arqueólogicos. Una vez recorrido el museo, se coge uno de los autobuses lanzadera que de forma continua suben a la entrada del yacimiento arqueológico. Tras visitarlo, debes tomar de nuevo uno de los autobuses para bajar al aparcamiento. El tiempo aproximado de la visita de Medina Azahara, incluido el recorrido por el museo, es de entre 2 y media y 3 horas.

En los restos arqueológicos puedes ver como la ciudad estaba distribuida en tres terrazas; con forma rectangular, que ocupaban más de 100 hectáreas, y estaba rodeada por una muralla. Fuera de las murallas, la ciudad se prolongaba en parques y huertos.
En el lugar más alto, aislado de los demás edificios, estaba el palacio de Abderramán III, unos de los primeros edificios que se construyó. En la terraza media se situaron los edificios del gobierno y otros palacios, así como las salas de recepciones. Entre la terraza media y la inferior, en la parte este de la ciudad, se encontraba la mezquita uniendo ambas terrazas. En ésta última se situaron la gran mayoría de las viviendas.

El techo de la sala del trono estaba forrado por láminas de oro y las paredes y los suelos de mármoles de colores. Cuando el sol penetraba por las ocho puertas de la estancia, la luz se reflejaba en una fuente de mercurio situada en el centro de la habitación, consiguiendo el efecto de que la habitación pareciera que se movía.

Dicen los escritos que solamente "los peces de los estanques consumían diariamente doce mil hogazas de pan y seis cargas de legumbres negras". 
Pero estaba de Alá que no se pudiera disfrutar mucho de esta maravilla. Sólo 75 años después de su construcción, estalló la Guerra Civil en Al-Andalus y los saqueos, los enfrentamientos y los incendios destrozaron la ciudad más bella de occidente siendo destruida por los bereberes y abocándola al más triste destino, siendo olvidada y convertida en cantera hasta ser cubierta por la vegetación.

Actualmente en los restos arqueológiocs se pueden ver La Casa de Yafar (no confundir con el malo de la película de Disney, Aladdin), El Salón Rico, el Edificio de Alcobas o la Mezquita Aljama con su peculiar orientacion que se desmarca del resto del conjunto.


miércoles, 3 de diciembre de 2014

TÚNEZ Y STAR WARS

Este viaje es ideal para hacerlo con niños a partir de los cinco años. Los adultos si son fans de la película disfrutan de este viaje, pero si ese adulto va acompañado de su “mini-yo” con los mismos gustos galácticos, no tiene precio (como decía el anuncio). Eso sí, si no eres fan de la película, Túnez tambien merece un viaje.

En Túnez se grabaron muchas de las escenas exteriores de las películas de Star Wars, las correspondientes a lo que en esa galaxia tan lejana era el planeta Tatooine. Sobretodo de la primera de todas ellas, la conocida como Episodio IV: Una nueva esperanza. y de Episodio I: La Amenaza Fantasma, aunque también salen en otros episodios. 

Los decorados que se construyeron para las películas permanecen intactos y se puede llegar a ellos en un 4×4 para visitarlos. Se puede hacer en coche de alquiler o mediante algún tour. Yo aconsejo esto si queréis cruzar el desierto y no sois expertos en estas lides. Su coste es alrededor de 120 euros (vehículo con conductor + 4 plazas, año 2014). Si os lanzáís a la aventura hay una cercana carretera asfaltada que os deja a poco menos de 1 kilómetro de Mos Espa desde la ciudad de Nefta.
Este lugar es privado y su acceso cuesta tan solo 2 dinares, que abonaremos en el aparcamiento de la entrada. Para los que no esten muy puestos en estas películas, Mos Espa era lugar de refugio de bandidos, asesinos y contrabandistas, además de ser el hogar de Jabba el Hutt. Esa gran mole de carne que andaba buscando a Han Solo (Harrison Ford) para ajustarle cuentas. En este lugar es donde se celebraba una de las carreras mas famosas del universo, la Carrera de Vainas de Boonta Eve en el Episodio I: La Amenaza Fantasma. En ella un pequeño niño llamado Anakin Skywalker (Darth Vader en el futuro) se proclamaba campeón ante la mirada atónita de los habitantes de Mos Espa y muy a pesar de las trampas que sus contrincantes realizaron durante la prueba.

Al suroeste de Túnez, a unos 30 km de Mos Espa, se encuentra Tozeur, una ciudad en un oasis enorme con miles de palmeras. Esta ciudad es un buen lugar para alojarse; puedes encontrar habitaciones en hoteles de 4 estrellas  desde 50/60 euros la noche (por ejemplo en El Mouradi Tozeur o en el Hotel Ras el Ain).

Cerca de Tozeur está Sidi Bouhlel, donde podréis ver el cañón donde se rodaron también escenas de otras películas como Indiana Jones y el Arca Perdida o El Paciente Inglés. En Episodio IV: Una nueva esperanza se rodó aquí la escena cuando R2D2 es capturado por los Jawas. Este espectacular cañón tiene más de 30 metros de profundidad.
A tan solo unos kilómetros se encuentra el inmenso lago salado de Chott el Djerid. En este inmenso lago salado se rodaron escenas de Episodio IV: Una nueva esperanza, Episodio II: Elataque de los clones  y Episodio III: La venganza de los Sith.Visualmente es impresionante. Está a una altitud de entre 10 y 25 metros sobre el nivel del mar. Tiene una anchura de 20 kilómetros en su parte más estrecha y alcanza hasta 250 kilómetros de punta y punta. La tonalidad de la superficie varía con el tiempo entre blanco, verde claro y el púrpura.
Luego nos podemos dirigir a Matmata, hay una distancia de unos 340 km. Matmata cuenta con  varios hoteles, uno de ellos es el Hotel Sidi Driss, donde se rodaron algunas escenas de esta saga.   Matmata es conocida por sus casas trogloditas. El hotel Sidi Driss se convirtió en la ficción en la granja de los Lars en la que creció el joven Luke.
En este pueblo, la tribu bereber de los Matmata, con el objetivo de esconderse de sus enemigos y de refugiarse de las elevadas temperaturas idearon unas viviendas muy peculiares: grandes agujeros excavados en la tierra de hasta quince metros de diámetro por siete de profundidad que hacen de patio de la casa y desde cuyas paredes se accede a las habitaciones.

Hay otros hoteles en el pueblo, algunos de ellos también en laberínticas viviendas excavadas bajo tierra, aunque ningún fan podra resistirse a por lo menos acercarse a tomar un cuscús en la misma sala en la que Luke probaba los guisos de su tía Beru.

Nuestra ruta continua a 80 kilometros de aquí, en la aldea Tataouine. Esta zona fue también uno de los escenarios utilizados para las escenas del planeta Tatooine (esta claro donde se inspiraron para el nombre). Muy cerca del pueblo encontramos varios Ksars (viviendas fortificadas de los beréberes) donde se rodaron escenas del pueblo de los esclavos de Episodio I: La Amenaza Fantasma. Estos graneros fortificados o ksars, que sí existen realmente, pueden visitarse en las fantasmales aldeas de Ouled Soultane, Medenine, Ksar Hadada, Chenini, Douiret o el propio Tataouine.
Desde aquí nos dirigiremos a visitar la Gran Duna de Nefta donde se rodó la legendaria escena en que los androides C3PO y R2D2 escapaban por el desierto, y la ciudad de Ajim, en la isla de Djerba (en el Golfo de Gabes) donde se encuentra la casa de Obi Wan Kenobi y la cantina de Mos Eisley, donde Luke Skywalker y Han Solo se conocen.

Que la fuerza te acompañe. 

martes, 2 de diciembre de 2014

EL PUERTO DE TÍSCAR

Jaén esconde pequeños tesoros como la espectacular carretera que va del Pozo Alcón a Quesada cortando un pico de la sierra de Cazorla. En apenas 30 kilómetros se pueden disfrutar precipicios, túneles, cascadas y atalayas donde moros y cristianos se disputaban el paso. Peques y mayores querrán parar más de una vez.

Pozo Alcón es un pueblo en el sureste de Jaén a 107 kilómetros de la capital. Partiendo de este pueblo puedes hacer multitud de rutas a pie, muchas de ellas para realizar con los peques (podéis ver información sobre las diferentes rutas aquí). Pero hoy vamos a recorrer en coche los 30 kilómetros del puerto de Tíscar.
Esta carretera (A-6206) tiene alguna que otra vuelta y revuelta, pero merece la pena visitarse. Algunas zonas en el arcén indican que no es recomendable salirse de los caminos debido a que es coto de caza mayor. Seguramente durante el trayecto veréis más de un animal. Partiendo de Pozo Alcón, atravesando un túnel se llega a la población de Tíscar. A la altura del kilómetro 14 es obligatoria la parada en la Cueva del Agua, también conocida como Cueva de la Virgen de Tíscar o Gruta de las Maravillas. La entrada es gratuita y el acceso a la cueva se realiza por un túnel de unos 10 metros de largo y 1 metro de alto.

Cuenta la leyenda  que los moros poseedores del Castillo de Tíscar, creyeron que los cristianos luchaban por su conquista para recuperar una imagen de la Virgen María que ellos poseían. Ante esto, y para hacerles desistir de la lucha, la arrojaron desde las almenas, hasta el túnel de acceso a la Cueva del Agua, que estaba al pie de la fortaleza; pero la Virgen volvía hacia arriba cuantas veces lo intentaban, por lo que Mahomad Andón, enfurecido, la rompió en mil pedazos con su alfanje. Cuando los cristianos llegaron al recinto del castillo, buscaron la imagen para darle gracias por su protección en la conquista, y al no encontrarla, le preguntaron a un moro, que arrepentido les contó lo sucedido. Los cristianos recogieron los pedacitos y los llevaron a reparar a Toledo.

La cueva está  adaptada para visitarla de manera cómoda por cualquiera. Muy recomendable, sobre todo en primavera cuando el agua fluye constantemente.
El Santuario de la Virgen de Tíscar y el Castillo están un poco más adelante. El Castillo está sobre una cresta rocosa. Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1949. Se trata de un recinto de reducidas dimensiones, con una pequeña torre del homenaje, situada en su extremo oriental. En el centro se alza un gran roquedal, llamado «Peña Negra», que posiblemente funcionaba como alcazarejo del castillo.

Cinco kilómetros más y coronaréis el puerto de Tíscar (1.189 metros de altura). Se ven habitualmente cabras montesas y aves rapaces. Aquí se encuentra la Atalaya del Infante Don Enrique, un vestigio histórico de gran relevancia junto con el mencionado castillo. Su función era la de vigilar el movimiento de tropas en el camino del reino nazarí de Granada en la época de la Reconquista. Fue mandada construir por el infante Don Enrique, hijo de Fernando III, el Santo, hacia el siglo XIII. Es del sección circular pudiendo acceder al interior por un hueco situado a 3.50 metros. Desde lo alto divisamos la llanura de Pozo Alcón, Sierra Nevada y los valles de los ríos Extremera, Béjar y Majuela, hasta los pueblos de Baeza, Torreperogil, Úbeda y Santo Tomé.
Descendiendo por la carretera llegamos a Quesada, un lugar perfecto para disfrutar de la gastronomía de la zona. El plato típico son los talarines, consistente en un guiso de carne, verduras y setas en el que se cuecen obleas de masa que quedan hechas pedazos.

El nacimiento del río Guadalquivir se encuentra en su término municipal, en la Cañada de las Fuentes; lo cual merece otra excursión en otro post. 

sábado, 29 de noviembre de 2014

Viajando con Astérix: Astérix Gladiador

En su cuarta aventura, los galos hacen su primer viaje por mar para ir directamente a la capital de sus archienemigos, a la mismísima Roma. No está muy claro a qué puerto llegan, pues en el 50 a.C. todavía no estaba desarrollado el puerto de Ostia.
Ostia está a 25 kilómetros al sudoeste de Roma. Se trata de una ciudad portuaria fundada en el siglo IV a.C. Como Roma no tenía puerto era fundamental para la ciudad. Se conserva en buen estado, por lo que nos ofrece una oportunidad única de ver una ciudad romana. A la entrada de la ciudad encontramos el cementerio, al atravesarlo entramos por la Puerta Romana y recorremos el decumano máximo que lleva hasta la Puerta Marina. La ciudad cuenta con un gran teatro con capacidad para 3.000 espectadores. La Casa de Diana es un ejemplo de edificio tipo "colmena", llamadas insulas, de los que se empezaron a realizar por la escasez de suelo.
Allí veremos un termopolion en la planta inferior. Se trataba de un bar donde la gente comía ya que en los pisos no era conveniente hacer fuego al estar hecho mayoritariamente con madera y arcilla. También podemos observar las Termas de Mitra.

El puerto más desarrollado en la época de Astérix era el de Pozzuoli, pero está demasiado lejos para que los galos lleguen en unas pocas horas a Roma.

Una vez en tierra, se dirigen a Roma por la Via Appia
Pero difícilmente podría haber sido esa la vía que recorriesen ya que no pasa por esos puertos.
Es más que interesante hoy día descubrir dicha vía. La Vía Appia fue una de las más importantes calzadas de la antigua Roma. Se extiende desde Via de Porta San Sebastiano, cerca de las termas de Caracalla, hasta Brindisi, en la costa de Apulia. Actualmente alberga un parque en el cual se incluye la Muralla Aureliana y gran cantidad de restos arqueológicos, además de especies autóctonas de las colinas de Roma.
Todos los domingos, una parte considerable de Via Appia se convierte en una zona libre de coches. Desde Via Porta di Sebastiano se puede caminar o ir en bicicleta durante varios kilómetros. Este tradicional recorrido se inicia en la Tumba de Cecilia Metella e incluye el paso por diversos monumentos y puntos de interés como el Mausoleo del Campo de Bove, la iglesia de San Nicola, la tumba de la familia Sisto Pompeo, el Mausoleo de Claudio Secondino, el Sepulcro de Séneca, la Tumba de Quinto Apulcio, entre otros.
Astérix y Obélix llegan a Roma. Atentos a los pasos de cebra, en realidad eran así aunque los mejor conservados para verlos hoy día están en Pompeya
Después de pasar por Restaurante Galo (hay varios restaurantes franceses en Roma pero yo creo que lo mejor serían unas crepes con los peques que valga la pena,...) los galos se pasan por unas termas romanas. En realidad, en el 50 a. C. no había termas públicas en Roma. Las primeras son las de Agripa, quién las donó a la ciudad en el 12 a.C. Las termas son más propias de la época imperial, algunos siglos después,
en cualquier caso, es el momento de nombrar las termas de Caracalla.

Las termas de Caracalla merecen una visita si estas en Roma. Están situadas en Via delle Terme di Caracalla, 52. Fueron construidas entre los años 212 y 216 bajo el mandato de Marco Aurelio Antonino Basiano, más conocido como el emperador Caracalla, las Termas de Caracalla fueron uno de los mayores y más espectaculares complejos termales de la antigüedad. Aunque hoy sólo quedan muros de ladrillo y grandes bóvedas desplomadas, aún se conservan los restos del esplendor que siglos atrás tenía, ya que estavan revestidas de mármol y decoradas con preciadas obras de arte.
Actualmente, en la ciudad de Roma, se pueden disfrutar de magníficos balnearios, y relajarte como lo hacían en la antigüedad, con las mismas aguas terapéuticas que usaban los antiguos romanos. Uno de ellos es el balneario Pro Fonte Ceciliana, en la vía Predemontana. También puedes visitar la Terme di Stigliano, en la Canale Monterano. Dos spas de lujo, que por desgracia no permiten la entrada de peques, así que este plan hay que reservarlo para una escapa sin ellos.

Y por fin, nuestros amigos se acercan al más famoso de los monumentos romanos: el... ¿Circo?
es un error que se produce tanto en el original francés como en la traducción española, llaman Circo a los que en realidad es un Anfiteatro.

El circo romano es un recinto muy alargado con remates circulares en los extremos, teniendo globalmente una forma oval, más o menos alargada y estaba destinado a carreras, espectáculos, y representaciones, que conmemoraban los acontecimientos del Imperio. Mientras que el anfiteatro tiene forma circular.

Y de hecho, y eso sí está bien, no hay ninguna referencia en este cómic de Astérix al Coliseo, pues se construyo en el siglo I d.C. y recordemos que las aventuras de Astérix son del 50 a. C.
de hecho, hasta el 29 a.C. no hubo un gran anfiteatro en Roma, así que Julio César no pudo celebrar unos juegos en un lugar como el que pinta Uderzo, con tres filas de arcos en su fachada.

Pero ya que estamos, a los peques y mayores les encantará visitar el Coliseo de Roma, que es el anfiteatro más conocido, cuyo nombre era en realidad Anfiteatro Flavio.

Curiosamente, no debe su coloquial nombre de Coliseo (o Colisseum) a su propio grandiosidad, sino a la de una estatua que se podía encontrar cercana a él, estatua del emperador Nerón.

Iniciada su construcción por Vespasiano, fue el emperador Tito quien lo inauguró en el 80 d.C. con unos magníficos juegos que duraron 100 días y en los cuales hubo gladiadores, fieras e incluso batallas navales.

Con una capacidad cercana a las 50 mil personas, en las zonas más bajas se ubicaban el emperador y los senadores y a medida que se subía por la grada, se descendía en rango social.

Seriamente dañado por varios terremotos, durante la Edad Media fue objeto de saqueo, utilizándose sus piedras para otras construcciones. Hasta que el papa Benedicto XIV en 1749 lo declaró lugar sagrado por la cantidad de mártires cristianos que allí habían fallecido, terminando el expolio de sus piedras.

Pero volvamos con nuestros amigos los galos. Con tanto entrenamiento como gladiadores, nuestros amigos necesitan un descanso, así que deciden salir de su prisión y conocer Roma. El lanista (entrenador de gladiadores) les lleva a conocer el Foro Romano:


El foro de una ciudad romana era su centro urbano, alrededor del cual se desarrollaban el comercio, la religión o la administración de justicia, pero también la prostitución. La Vía Sacra cruza el foro romano y lo une al Coliseo.

Llegar al Foro Romano es muy fácil pues se encuentra en una zona muy céntrica y bien comunicada. Puedes tomar el Metro en la línea B y bajarte en la estación Colosseo, que se encuentra muy cerca del Foro Romano.

La entrada al Foro Romano es totalmente gratuita. Lo ideal es recorrerlo con un guía o un libro, de forma que se sepa lo que se está observando.

El Foro Romano está abierto todos los días del año, excepto en Navidad y año nuevo. Abre sus puertas a las 8:30 y las cierra una hora antes del atardecer, de manera que los horarios de cierre durante el año varían.

Nuestros amigos galos volverán en otras aventuras a Roma, así que tendemos la oportunidad de ver nuevos sitios.

Nota del autor: este post ha sido escrito en colaboración el blog "En una aldea de Armórica..." En él podréis encontrar más información sobre Astérix.