miércoles, 3 de septiembre de 2014

Escapada a Astorga y las Médulas

En uno de esos fines de semanas “largos” que nos brinda la primavera, decidimos hacer una escapa a Astorga y las Médulas. Es una época perfecta donde el campo luce en todo su esplendor. Situada en la provincia de León y capital de la comarca de la Maragatería, Astorga combina espectaculares monumentos y una excelente gastronomía.

Fuimos en coche, pero cuenta con estación de tren y de autobuses. Astorga se halla en un cruce de caminos de dos rutas fundamentales en la Edad Media: el Camino de Santiago y la Vía de la Plata (por la que circulaban hacia el sur todas aquellas mercancías, en especial el oro, que se extraía de Las Médulas).

Nos alojamos en el Hotel Vía de la Plata, el cual nos facilitó una cuna, cosa que el maletero de nuestro coche agradeció, al no tener que llevar la de viaje. Además, ofrece servicio de habitaciones para la cena, lo cual nos permitió respetar los horarios de baño, cena y “a dormir” de nuestra peque. Está muy céntrico, al lado de la Plaza Mayor y enfrente del Museo Romano. Se puede pasear por toda la villa y ver sus monumentos con carrito.

Nada más salir del hotel, en el centro de la Plaza Romana nos topamos con los restos de una antigua vivienda de la época romana, en la que se han encontrado interesantes mosaicos. Aunque en la plaza hay otros edificios interesantes para visitar (como las iglesias de San Francisco o San Bartolomé y el citado Museo Romano), estas ruinas llaman mucho la atención, aunque están protegidas por una cubierta de policarbonato muy moderna que desentona un poco con el entorno...

Palacio Episcopal de Astorga
El monumento más famoso de Astorga es el Palacio Episcopal obra del arquitecto catalán Gaudí. La construcción es tan innovadora que en ocasiones parece dejar en un segundo plano a la adyacente catedral (que también es espectacular); hoy en día su uso está destinado a acoger un museo sobre el Camino de Santiago. Más que un Palacio parece un castillo, con sus almenas y miradores. Es imposible que cualquier niño al que le gusten los caballeros y los castillos medievales no se quede boquiabierto al verlo.

Catedral de Astorga
La Catedral de Santa María de Astorga se remonta al siglo III, época de la cual aún se conservan restos románicos. Pero el edificio actual comienza a levantarse en el año 1447 y, debido a su lenta construcción –no se finalizó hasta el siglo XVIII-, presenta una mezcla de estilos artísticos como el gótico, el renacentista y el barroco. Está compuesta por tres naves y la central, más alta que las demás, convierte su silueta en inconfundible. Su fachada está repleta de escenas del Nuevo Testamento y en ella destaca un gran rosetón que, entre decoración vegetal, deja ver el escudo de la monarquía. Su interior acoge el Museo Catedralicio.
La Plaza Mayor de Astorga sigue los patrones clásicos de las plazas mayores, en ella el Ayuntamiento luce con un singular reloj, donde las famosas figuras conocidas como los “Maragatos” nos sorprenden con su movimiento al marcar las horas.

Para delicia de peques y mayores, Astorga tiene una gran tradición vinculada al cacao que se remonta al siglo XVI y que se muestra en el Museo del Chocolate. Las mantecadas no tienen chocolate, pero también hicieron nuestras delicias… Y ya que estamos con la comida, una buena opción es disfrutar del cocido maragato.

Una vez descubiertas y disfrutadas las maravillas de Astorga, otro de los días decidimos acercarnos a las Médulas.

Las Médulas

Las Médulas son el fruto de la transformación en el paisaje que produjo la explotación de la que es considerada la mayor mina de oro a cielo abierto de todo el Imperio Romano. Es un paisaje de arenas rojizas, cubierto de castaños y robles. Lo ideal si vas con tiempo es acercarte al pueblo de las Médulas y dejar el coche en el aparcamiento que hay junto al Aula Arqueológica de las Médulas. Allí te facilitan información sobre las Médulas y un mapa de recorridos que puedes hacer en función del tiempo de que dispongas, y el grado de dificultad.

Nosotros decidimos subir al Mirador de Orellán. A él se puede acceder por la Senda Perimetral partiendo desde el Pueblo de Las Médulas o desde el Pueblo de Orellán. Subimos desde el pueblo de Orellán, a través de una pista asfaltada de bastante pendiente pero asequible para todo el mundo. Se tarda unos veinte minutos y se puede subir con carrito de bebé. El mirador en sí tiene unas vistas privilegiadas, es bastante amplio y hay bancos para sentarse. Estuvimos al atardecer y es verdaderamente espectacular.

No hay comentarios :

Publicar un comentario