lunes, 29 de septiembre de 2014

Montblanc (Tarragona)

Montblanc es un pequeño tesoro en el corazón de la provincia de Tarragona (a unos 40 km de Tarragona). Posee el título de Villa Ducal desde 1387 y su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1948. Esta preciosa villa medieval se conserva en muy buen estado y es la cuna de una conocida leyenda. Su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1948.

Torre-portal de Sant Jordi
Atención!! Leyenda para contar a los niños
Hace muchos años un dragón feroz aterrorizaba a los habitantes de Montblanc, devorando sus animales. Para evitar su ataque, se decidió ofrecer al dragón cada día un vecino. Se realizó un sorteo entre todos, incluida la familia real, y la suerte quiso que la primera persona escogida fuera la hija del rey. Cuando se disponía a ser engullida por el dragón apareció un caballero y la salvó hiriendo de muerte al dragón. Era San Jordi. En el lugar donde el dragón derramó su sangre nació un rosal de rosas rojas. Desde entonces se mantiene la tradición catalana en la que los hombres regalan una rosa a su amada.

Si te diriges en las murallas al Portal de San Jordi, ese es el lugar exacto donde San Jordi acabó con la vida del dragón. Las murallas tienen varias puertas de entrada al casco antiguo y permanecen tal como fueron levantadas en el siglo XIV. Estas puertas de acceso a la villa se sitúan en los puntos cardinales: Portal de San Jordi, el Portal de Bové, el Portal de San Francesc y el Portal de San Antoni. Las torres defensivas tienen una base rectangular, a excepcional de una de ellas que es pentagonal, la llamada Torre dels Cinc Cantons.

En el interior del recinto amurallado encontramos  un entramado de callejuelas y casitas bajas. Es un placer pasear por esas calles adoquinadas llenas de historia. Cualquier camino acaba por conducirnos a la Iglesia de Santa María, una iglesia gótica del siglo XIV. También merece la pena pararse en la Plaza Mayor, allí encontramos: La Casa de los Desclergue que fue residencia del representante del rey; la Fuente Mayor de 1804 en la cual destaca en la parte superior un escudo esculpido de España flanqueado por los de Cataluña y Montblanc y el Ayuntamiento.

La Casa de los Desclergue

Un paseo por la calle de los judíos hará que nos transportemos al siglo XIII. Antiguamente disponía de una sinagoga, un cementerio y comercios. Actualmente queda una calle donde se conserva un arco medieval. Al lado, el Palacio Alenyà del siglo XIV es parada obligatoria.

Un momento especial para disfrutar de esta ciudad  es visitarla en su tradicional SemanaMedieval de la leyenda de San Jordi, que se celebra cada año entre el 23 de abril y el 3 de mayo. Toda la ciudad se traslada a la época medieval, con sus trajes, los torneos, la música medieval de dulzainas y tambores e incluso un mercado, donde se puede adquirir embutido, artesanía típica y cata de vinos.

Si la escapada es de varios días, se puede aprovechar para conocer enclaves cercanos, muy cerca se encuentran dos importantes monasterios de la Ruta del Cister: el de Poblet y el de Santes Creus. También merece la pena a cercarse a Tarragona, pero esas visitas las dejaremos para otro post. 

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