jueves, 4 de diciembre de 2014

Medina Azahara

Cuenta la leyenda que tan inmenso era el amor del Sultán hacia su favorita al-Zahrá que prometió construirle la más magnífica ciudad que los ojos hubieran visto. Una ciudad que llevaría el nombre de Madinat al-Zahrá, Ciudad de Azahara, ciudad brillante, ciudad de la flor.

El yacimiento arqueológico de Medina Azahara está declarado Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento desde el año 1923. Es una buena manera de que nuestros peques conozcan un poco mejor el sello que los califatos árabes dejaron en España.

Fue Abd-al-Rahmán III quien escogió el lugar a los pies de la sierra de Córdoba y en sólo 25 años, levantó un increible paraíso, gracias al trabajo de más de diez mil hombres segun los historiadores. A este lugar trasladó toda su corte y la convirtió en capital del califato, residencia real y sede del gobierno.

Medina Azahara esta a 5 kilómetros de Córdoba por la carretera A-432 que se dirige a Palma del Río. Si no vas en coche, todos los días hay un servicio de autobús que desde el paseo de la Victoria, con parada inicial en la Glorieta Hospital Cruz Roja, y otra parada frente al Mausoleo Romano, te acerca. Los horarios (año 2014) son, de martes a viernes, así como domingos y festivos, a las 9,30 y 10,15 horas, con regreso a las 13 y 13,45 horas. Los sábados hay otra salida adicional a las 13 horas, con retorno a las 18,30 horas. Los precios de los billetes son 7,13 euros para adultos, y 3,56 euros para niños de 5 a 12 años. Los menores de 5 años tienen billete gratis. Estos precios incluyen el billete del autobús que en Medina Azahara une el museo con los restos arqueológicos.

Si vas en coche hay un aparcamiento habilitado. Lo aconsejable es que, en primer lugar, se visite el Museo de Medina Azahara (ganador del Premio Aga Khan de Arquitectura), donde te dan una explicación detallada de lo que luego puedes ver en los restos arqueólogicos. Una vez recorrido el museo, se coge uno de los autobuses lanzadera que de forma continua suben a la entrada del yacimiento arqueológico. Tras visitarlo, debes tomar de nuevo uno de los autobuses para bajar al aparcamiento. El tiempo aproximado de la visita de Medina Azahara, incluido el recorrido por el museo, es de entre 2 y media y 3 horas.

En los restos arqueológicos puedes ver como la ciudad estaba distribuida en tres terrazas; con forma rectangular, que ocupaban más de 100 hectáreas, y estaba rodeada por una muralla. Fuera de las murallas, la ciudad se prolongaba en parques y huertos.
En el lugar más alto, aislado de los demás edificios, estaba el palacio de Abderramán III, unos de los primeros edificios que se construyó. En la terraza media se situaron los edificios del gobierno y otros palacios, así como las salas de recepciones. Entre la terraza media y la inferior, en la parte este de la ciudad, se encontraba la mezquita uniendo ambas terrazas. En ésta última se situaron la gran mayoría de las viviendas.

El techo de la sala del trono estaba forrado por láminas de oro y las paredes y los suelos de mármoles de colores. Cuando el sol penetraba por las ocho puertas de la estancia, la luz se reflejaba en una fuente de mercurio situada en el centro de la habitación, consiguiendo el efecto de que la habitación pareciera que se movía.

Dicen los escritos que solamente "los peces de los estanques consumían diariamente doce mil hogazas de pan y seis cargas de legumbres negras". 
Pero estaba de Alá que no se pudiera disfrutar mucho de esta maravilla. Sólo 75 años después de su construcción, estalló la Guerra Civil en Al-Andalus y los saqueos, los enfrentamientos y los incendios destrozaron la ciudad más bella de occidente siendo destruida por los bereberes y abocándola al más triste destino, siendo olvidada y convertida en cantera hasta ser cubierta por la vegetación.

Actualmente en los restos arqueológiocs se pueden ver La Casa de Yafar (no confundir con el malo de la película de Disney, Aladdin), El Salón Rico, el Edificio de Alcobas o la Mezquita Aljama con su peculiar orientacion que se desmarca del resto del conjunto.


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