sábado, 29 de noviembre de 2014

Viajando con Astérix: Astérix Gladiador

En su cuarta aventura, los galos hacen su primer viaje por mar para ir directamente a la capital de sus archienemigos, a la mismísima Roma. No está muy claro a qué puerto llegan, pues en el 50 a.C. todavía no estaba desarrollado el puerto de Ostia.
Ostia está a 25 kilómetros al sudoeste de Roma. Se trata de una ciudad portuaria fundada en el siglo IV a.C. Como Roma no tenía puerto era fundamental para la ciudad. Se conserva en buen estado, por lo que nos ofrece una oportunidad única de ver una ciudad romana. A la entrada de la ciudad encontramos el cementerio, al atravesarlo entramos por la Puerta Romana y recorremos el decumano máximo que lleva hasta la Puerta Marina. La ciudad cuenta con un gran teatro con capacidad para 3.000 espectadores. La Casa de Diana es un ejemplo de edificio tipo "colmena", llamadas insulas, de los que se empezaron a realizar por la escasez de suelo.
Allí veremos un termopolion en la planta inferior. Se trataba de un bar donde la gente comía ya que en los pisos no era conveniente hacer fuego al estar hecho mayoritariamente con madera y arcilla. También podemos observar las Termas de Mitra.

El puerto más desarrollado en la época de Astérix era el de Pozzuoli, pero está demasiado lejos para que los galos lleguen en unas pocas horas a Roma.

Una vez en tierra, se dirigen a Roma por la Via Appia
Pero difícilmente podría haber sido esa la vía que recorriesen ya que no pasa por esos puertos.
Es más que interesante hoy día descubrir dicha vía. La Vía Appia fue una de las más importantes calzadas de la antigua Roma. Se extiende desde Via de Porta San Sebastiano, cerca de las termas de Caracalla, hasta Brindisi, en la costa de Apulia. Actualmente alberga un parque en el cual se incluye la Muralla Aureliana y gran cantidad de restos arqueológicos, además de especies autóctonas de las colinas de Roma.
Todos los domingos, una parte considerable de Via Appia se convierte en una zona libre de coches. Desde Via Porta di Sebastiano se puede caminar o ir en bicicleta durante varios kilómetros. Este tradicional recorrido se inicia en la Tumba de Cecilia Metella e incluye el paso por diversos monumentos y puntos de interés como el Mausoleo del Campo de Bove, la iglesia de San Nicola, la tumba de la familia Sisto Pompeo, el Mausoleo de Claudio Secondino, el Sepulcro de Séneca, la Tumba de Quinto Apulcio, entre otros.
Astérix y Obélix llegan a Roma. Atentos a los pasos de cebra, en realidad eran así aunque los mejor conservados para verlos hoy día están en Pompeya
Después de pasar por Restaurante Galo (hay varios restaurantes franceses en Roma pero yo creo que lo mejor serían unas crepes con los peques que valga la pena,...) los galos se pasan por unas termas romanas. En realidad, en el 50 a. C. no había termas públicas en Roma. Las primeras son las de Agripa, quién las donó a la ciudad en el 12 a.C. Las termas son más propias de la época imperial, algunos siglos después,
en cualquier caso, es el momento de nombrar las termas de Caracalla.

Las termas de Caracalla merecen una visita si estas en Roma. Están situadas en Via delle Terme di Caracalla, 52. Fueron construidas entre los años 212 y 216 bajo el mandato de Marco Aurelio Antonino Basiano, más conocido como el emperador Caracalla, las Termas de Caracalla fueron uno de los mayores y más espectaculares complejos termales de la antigüedad. Aunque hoy sólo quedan muros de ladrillo y grandes bóvedas desplomadas, aún se conservan los restos del esplendor que siglos atrás tenía, ya que estavan revestidas de mármol y decoradas con preciadas obras de arte.
Actualmente, en la ciudad de Roma, se pueden disfrutar de magníficos balnearios, y relajarte como lo hacían en la antigüedad, con las mismas aguas terapéuticas que usaban los antiguos romanos. Uno de ellos es el balneario Pro Fonte Ceciliana, en la vía Predemontana. También puedes visitar la Terme di Stigliano, en la Canale Monterano. Dos spas de lujo, que por desgracia no permiten la entrada de peques, así que este plan hay que reservarlo para una escapa sin ellos.

Y por fin, nuestros amigos se acercan al más famoso de los monumentos romanos: el... ¿Circo?
es un error que se produce tanto en el original francés como en la traducción española, llaman Circo a los que en realidad es un Anfiteatro.

El circo romano es un recinto muy alargado con remates circulares en los extremos, teniendo globalmente una forma oval, más o menos alargada y estaba destinado a carreras, espectáculos, y representaciones, que conmemoraban los acontecimientos del Imperio. Mientras que el anfiteatro tiene forma circular.

Y de hecho, y eso sí está bien, no hay ninguna referencia en este cómic de Astérix al Coliseo, pues se construyo en el siglo I d.C. y recordemos que las aventuras de Astérix son del 50 a. C.
de hecho, hasta el 29 a.C. no hubo un gran anfiteatro en Roma, así que Julio César no pudo celebrar unos juegos en un lugar como el que pinta Uderzo, con tres filas de arcos en su fachada.

Pero ya que estamos, a los peques y mayores les encantará visitar el Coliseo de Roma, que es el anfiteatro más conocido, cuyo nombre era en realidad Anfiteatro Flavio.

Curiosamente, no debe su coloquial nombre de Coliseo (o Colisseum) a su propio grandiosidad, sino a la de una estatua que se podía encontrar cercana a él, estatua del emperador Nerón.

Iniciada su construcción por Vespasiano, fue el emperador Tito quien lo inauguró en el 80 d.C. con unos magníficos juegos que duraron 100 días y en los cuales hubo gladiadores, fieras e incluso batallas navales.

Con una capacidad cercana a las 50 mil personas, en las zonas más bajas se ubicaban el emperador y los senadores y a medida que se subía por la grada, se descendía en rango social.

Seriamente dañado por varios terremotos, durante la Edad Media fue objeto de saqueo, utilizándose sus piedras para otras construcciones. Hasta que el papa Benedicto XIV en 1749 lo declaró lugar sagrado por la cantidad de mártires cristianos que allí habían fallecido, terminando el expolio de sus piedras.

Pero volvamos con nuestros amigos los galos. Con tanto entrenamiento como gladiadores, nuestros amigos necesitan un descanso, así que deciden salir de su prisión y conocer Roma. El lanista (entrenador de gladiadores) les lleva a conocer el Foro Romano:


El foro de una ciudad romana era su centro urbano, alrededor del cual se desarrollaban el comercio, la religión o la administración de justicia, pero también la prostitución. La Vía Sacra cruza el foro romano y lo une al Coliseo.

Llegar al Foro Romano es muy fácil pues se encuentra en una zona muy céntrica y bien comunicada. Puedes tomar el Metro en la línea B y bajarte en la estación Colosseo, que se encuentra muy cerca del Foro Romano.

La entrada al Foro Romano es totalmente gratuita. Lo ideal es recorrerlo con un guía o un libro, de forma que se sepa lo que se está observando.

El Foro Romano está abierto todos los días del año, excepto en Navidad y año nuevo. Abre sus puertas a las 8:30 y las cierra una hora antes del atardecer, de manera que los horarios de cierre durante el año varían.

Nuestros amigos galos volverán en otras aventuras a Roma, así que tendemos la oportunidad de ver nuevos sitios.

Nota del autor: este post ha sido escrito en colaboración el blog "En una aldea de Armórica..." En él podréis encontrar más información sobre Astérix.

viernes, 21 de noviembre de 2014

El Castell de Guadalest (Alicante)

Guadalest es un pequeño municipio situado en el interior de la provincia de Alicante, una pequeña joya para descubrir con los peques. Es pueblo de montaña fundado por los árabes en un lugar remoto, bello y sobre todo estratégico, situado en un valle, rodeado por las sierras de Aitana, Xortà y Serrella.

Está a unos 60 km de Alicante y las dos maneras más sencillas de llegar son: bien por la carretera CV-70 en La Nucia o en Polop de la Marina y desde aquí  hasta nuestro destino; o bien por la carretera CV-755 en Altea la Vella, pasamos por Callosa d`En Sarrià y finalmente llegamos a El Castell de Guadalest.

Desde 1974, Guadalest ostenta el título de pueblo Histórico-Artístico.  Cuenta con dos castillos, el de San José, construida por los musulmanes, que ofrece unas vistas de postal; y el Castillo de la Alcozaiba, del cual solo queda una gran torre, desde donde se puede ver el embalse de Guadalest.

La Casa Orduña, una casa noble que tiene mobiliario y decoración propia del siglo XIX, es otro sitio de parada obligada.

Merece la pena pasear por el pueblo y disfrutar de las casas blancas, pegadas a la roca, callejuelas estrechas adoquinadas,  los miradores que dan al valle.

Guadalest, aunque es una población de pequeñas dimensiones, posee los museos más raros de la provincia dedicados a objetos como la tortura, microminiaturas, belenes, vehículos históricos, miniaturas y esculturas gigantes, casas de muñecas… e incluso un museo dedicado única y exclusivamente a saleros y pimenteros, más de 20.000 realizadas con todo tipo de materiales y diseños que van desde gallinas hasta astronautas. La entrada al museo de saleros y pimenteros son 3 euros para los adultos y 1 euro para los niños. Está abierto todo el año.

En el museo de las microminiaturas, con unas lupas potentes podemos ver la Estatua de la Libertad dentro del ojo de una aguja, la Maja Desnuda de Goya pintada en el ala de una mosca, un elefante modelado en los ojos de un mosquito, el Guernica de Picasso pintado en una semilla, una pulga vestida de torero, y muchas más cosas sorprendentes. Es un éxito asegurado con los niños. La entrada son 4 euros para los adultos y 3 euros para los niños. Está abierto todo el año.

Otra opción es acercarse al embalse que recoge las aguas del Guadalest. Allí hay una pequeña embarcación dotada de energía solar que ofrece excursiones alrededor del pantano.

Aunque el peso del turismo es notorio, bares, restaurantes, hostales, montones de tiendas de recuerdos, no se puede dejar de visitar uno de los rincones más bonitos de la provincia de Alicante.

jueves, 20 de noviembre de 2014

El Reloj Carillón de Don Quijote

Ciudad Real (capital) al igual que toda la provincia tiene pequeños grandes tesoros que merece la pena descubrir con los peques de la casa. Si decidis hacer una escapada por esta zona, en la plaza Mayor de Ciudad Real encontramos un precioso reloj de carillón que merece la pena visitar.

Inaugurado hace nueve años (2005) por los entonces príncipes y ahora reyes (Felipe y Letizia) para commemorar el 750 aniversario de la fundación de Ciudad Real por Alfonso X, el Sabio, este reloj carillón esta formado por los personajes más famosos de la Mancha: Don Quijote, Sancho y su creador, Miguel de Cervantes.


Cinco minutos antes de la hora en punto, un repiqueteo anuncia que el reloj del Carillón se pone en marcha. Sucesivamente, las figuras de Cervantes, Sancho Panza y Don Quijote salen al balcón mientras suena una música, antes de que suenen las campanadas horarias. La música de este carillón es la conocida jota manchega “A la Mancha manchega”, cuyo estribillo dice:

“ A la Mancha manchega que hay mucho vino,
mucho pan, mucho aceite y mucho tocino.
Y si vas a la Mancha no te alborotes,
porque vas a la tierra de Don Quijote”.

Como decíamos, esta situado en la Plaza Mayor, concretamente en la Casa del Arco. Este edificio (uno de los más antiguos de la provincia) fue el Primer Ayuntamiento de Ciudad Real hasta el año 1865. Empezó a ser casa consistorial en 1484 cuando fue expropiado por los Reyes Católicos al rabí judío Alvar Díaz.


En invierno, se puede ver a las siguientes horas en punto12h; 13h; 14h; 18h y 20h.
Mientras que en verano se le añaden un par de horas nocturas: 12h; 13h; 14h; 20h; 21h y 22h. 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

PARQUE DE ATRACCIONES DE PEPPA PIG

El parque de atracciones de Peppa Pig (Peppa Pig World) forma parte del Parque Temático Paultons. Esta en el sur de Inglaterra, exactamente en la localidad de Romsey muy cerquita de Southampton.

Para llegar hasta allí, lo mejor es volar al aeropuerto de Londres Heathrow y en taxi o coche de alquiler al parque (hay una hora y media); es la salida 2 de la M27, cerca del límite del Parque Nacional de New Forest. Otra posibilidad es coger un tren desde el centro de Londres en la estación de Waterloo hasta Southampton Central (hora y cuarto) y luego un cuarto de hora en taxi.
Si vuelas al Aeropuerto Internacional de Southampton, luego hay 10 minutos en coche. Para el alojamiento, la página web del parque, ofrece una selección de hoteles cercanos (3 a 5 estrellas).

El parque esta indicado a partir de 12 meses. No hay montañas rusas de vértigo, sino atracciones familiares. La entrada son £27 (noviembre de 2014); un poco menos si las compras online. El sistema te permite llevar la entrada en el móvil. Hay paquetes especiales de entradas familiares, para dos días o con alojamiento. Importante: los niños menores de un metro no pagan entrada al parque.
En total, el parque tiene unas 60 atraccciones, muchas dirigidas a los más peques que deben ir acompañados de un adulto. Podréis dar un paseo por las nubes en el Castillo del viento, conducir el coche de Papá Pig, o subir en un globo como el que pilota la señora Rabbit. Si montas en el tren del Abuelo Pig, que no tiene restricciones de altura, recorres la ciudad del mundo de Peppa, encontrando a todos los personajes de la serie.

Hay incluso charcos de barro en los que ponerse a saltar, para acabar el día como los personajes de la serie acaban la mayoría de los episodios, con barro hasta las orejas; son zonas con el suelo pintado de marrón de las que emerge una pequeña fuente de agua causando el efecto de charco. Así que ya sabéis, ropa de repuesto, pero vamos que esto es lo habitual viajando con peques.

También se puede jugar en el Área de Juegos de George, que por supuesto tiene cohetes espaciales y dinosaurios (los juguetes preferidos de George). Todos los espacios que aparecen en los dibujos están representados: la escuela, el Ayuntamiento, la casa de la familia Pig.

Los jardines son preciosos, las zonas de picnic y césped ideales para llevarte tu propia comida ya que la que venden en el parque no es gran cosa. Está todo limpísimo y muy cuidado.

martes, 18 de noviembre de 2014

RUTA EN COCHE POR LOS MIRADORES DEL SIL

Hoy os propongo una ruta por tierras gallegas, 70km disfrutando un paisaje maravilloso. Os propongo empezar en Os Peares. Os Peares es una aldea a 24 kilómetros de Orense, yendo por la carretera de Monforte de Lemos y Ponferrada (N-120). La aldea de Os Peares se encuentra entre dos provincias, Orense y Lugo, y entre tres orillas, las creadas por la confluencia de los ríos Miño, Sil y Bubal. En plena Ribeira Sacra, cuenta con un entorno privilegiado. Varios puentes se entrecruzan encima del agua para dejar admirar desde ellos el paisaje. Esta será nuestra primera parada.
Dirigiéndonos hacia Orense por la N-120, vemos el desvío al Monasterio y Parador de Santo Estevo, atravesando los pueblos de Nogueira y Luíntra. A uno 20 km, entre espesos robledales aparece Santo Estevo de Ribas do Sil en un paraje de ensueño. Se cree que el origen del monasterio, hoy en día convertido en un precioso Parador, se remonta a los siglos VI y VII. Según la leyenda, durante los SX y XI, se retiraron al monasterio nueve Santos Obispos, lo cual se recogió en su escudo de nueve mitras y contribuyó a difundir su fama e importancia en el medievo. Fue declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1923, por sus preciosos  e impresionantes claustros, uno románico, uno gótico y otro renacentista. Esta será nuestra segunda parada. El parador permite acceso gratuito a los claustros y la iglesia.
Continuamos por la carretera y a unos 10 km entramos en el concejo Parada do Sil, el valle da paso a un impresionante precipicio de roca gris. Para disfrutar de las vistas, lo mejor parar en el Mirador de Cabezoás, también llamado Mirador de Vilouxe. Es una es una estructura metálica suspendida sobre el Cañón del Sil, a 600 metros de altura sobre las aguas del río. El mirador esta cercano a la carretera, y es totoalmente accesible si quieres acercarte con el carrito de tu peque.
Dirigiendonos hacia el pueblo de Parada de Sil, encontramos otro mirador: el mirador de Os Torga o de los Balcones de Madrid, ya que antiguamente las mujeres despedian desde allí a sus maridos  (muchos de ellos afiladores) cuando estos se marchaban a Madrid a trabajar. Para llegar a él, desde el pueblo hay una pista bien indicada, pero no apropiada para carrito, aunque muy fácil. El mirador son  unos balcones sobre las piedras, protegidos por barandillas de madera; así que atención con los peques. Las vistas lo merecen.
Desde Parada de Sil sale la carretera por la que continuaremos nuestra ruta hasta el Monasterio de Santa Cristina, un autentico tesoro románico escondido desde el siglo X. Este monasterio benedictino esta enclavado en el Castañar de Merilán. Quedan en pie la iglesia románica, la torre y una parte del claustro e edificios conventuales, mínimamente restaurados y abiertos al público. El precio de la entrada es de 1 euros para los mayores y 0,5 € para los menores de ocho años y se puede visitar de martes a domingo. Fue declarado  Bien de Interés Cultural en 2008. Es  recomendable bajar andando al Monasterio desde la carretera, ya que allí no hay lugar para aparcar.
Desde aquí, río arriba, nos dirigimos hasta Castro Caldelas. Lo más notorio de la villa es el castillo, que alberga un Museo Etnográfico y Arqueológico en el que se muestran diversos materiales obtenidos en las excavaciones realizadas en el interior del recinto fortificado, así como una exposición de arquitectura popular y recursos turísticos de la zona. Sobre la puerta de acceso al castillo hay dos escudos, que indican quiénes fueron sus propietarios: Los Enríquez (simbolizados por un león rampante), los Castro (6 roeles), y los Condes de Lemos y Osorio (dos lobos).
En la actualidad el castillo es propiedad de la Casa de Alba, pero se lo ha cedido en usufructo al Ayuntamiento de la localidad. Pasando la puerta de entrada se encuentra el patio de armas, donde se puede ver el aljibe y un antiguo horno, así como unas escaleras que suben a la muralla y a la torre del homenaje. Las diversas dependencias que se disponen en torno a este patio son aprovechadas para albergar hoy en día la Biblioteca pública, una oficina de información y turismo, y el museo etnográfico. En la torre del Reloj puede visitarse la maquinaria del mismo, que data del año 1760.
Para llegar al castillo se asciende por dos calles empedradas de trazado medieval, las cuales, junto con las casas de granito con galerías, típicas de la arquitectura de la zona, crean un entorno precioso.  Además en este pueblo podemos disfrutar del postre típico de la zona llamado “Bica” y de vino con Denominación de Origen Ribeira Sacra.

Como siempre un placer disfrutar de Galicia. 

lunes, 17 de noviembre de 2014

La Aldea Gala de Astérix: Erquy

En varios post os he estado hablando de las aventuras de Asterix, pero no os he hablado de su famosa aldea. En ninguno de los comics aparece su nombre pero hay varios pistas que nos pueden ayudar a descubrir cuál es. Si nos fijamos en el famoso plano del inicio de cada aventura, en la costa hay tres piedras a lo ancho de un cabo, sabemos que está en la Bretania francesa y que muy cerca hay una cantera. Con esas pistas, podemos concluir que la Aldea gala es la población francesa de Erquy. 



Descubrimos en Erquy el poblado de Asterix por los tres farallones que se adentran en el mar, la característica silueta de los acantilados, el lago azul y la antigua cantera de gres rosado de la que, según Goscinny y Uderzo, Obélix extraía sus menhires.

Toda la bretaña francesa merece una visita para descubrir sus preciosos pueblecitos. Erquy está a tan sólo a 90 km de Mont-Saint-Michel, a 40 km de la ciudad corsaria de Saint Malo y a 45 km de la preciosa ciudad medieval de Dinam.

En Erquy podemos disfrutar de unas diez playas de arena fina, un precioso puerto pesquero famoso por sus deliciosas almejas gigantes y vieiras (casi tan buenas como las gallegas) y múltiples senderos para pasear por el bosque (donde Asterix y Obelix cazaban jabalies y se divertian con los romanos).

De noviembre a marzo, desde el aparcamiento cercano al dique seco los pescadores, como hacía Ordenalfabétix (el vendedor de pescado de la Aldea de Astérix) en el 50 a. C.,descargan los sacos de marisco antes de proceder a la subasta. En agosto no es posible disfrutarlo.
Todos los sábados un mercadillo se instala en las calles de Erquy, donde se pueden encontrar toda clase de productos artesanos.

Erquy es uno de los pueblos que estan incluidos dentro del Sendero de los Aduaneros (2.000 kilómetros de caminos señalizados y en paralelo al mar que recorren todo el litoral de la península bretona).

Aunque no aparece en los comics, merece la pena visitar la capilla de Saint-Michel del siglo XII y  construida en un islote.  La Capilla está unida a la tierra con un camino natural de guijarros, al que se puede acceder cuando baja la marea.

También es recomendable ver el cabo Fréhel y Fort La Latte. En el primero encontramos el faro Fréhel (con una altura de 103 metros), no es de los más bonitos, pero se encuentra ubicado en una zona preciosa, con acantilados de hasta setenta metros de altura y de granito rojizo. Toda esta zona esta protegida y es reserva ornitológica. Este faro tiene un alcance de unas 28 millas, lo que lo convierte en uno de los faros más importantes de las costas francesas.

Fort La Latte es un castillo del siglo XIV, construido en un promontorio rodeado por el mar, protegido por dos barrancos, desde donde se ve la Costa Esmeralda a un lado y el faro de Cap Frehel al otro. Se puede subir hasta lo alto de la torre por una vertiginosa escalera de piedra agarrados a una soga, y recrear allí el duelo que en 1957 tuvieron Kirk Douglas y Tony Curtis en el rodaje de Los Vikingos.(The Vikings, de Richard Fleischer, 1958)
Visitar esta zona merece comer, además de marisco, dos de sus conocidas especialidades: las “crêpes”, con azúcar, caramelo, chocolate o mermelada; y las “galettes” de trigo sarraceno que se comen con jamón, queso, huevos o cualquier ingrediente que quieras añadir. Una delicia para peques y mayores. 

viernes, 14 de noviembre de 2014

Ruta Milán - Rimini, parada en Bolonia

De nuestra ruta: Milán – Bolonia - Modena – Rávena – Ferrara – Rimini, de la que algo os he contado aquí, hoy os explico la parada en la bonita ciudad de Bolonia.

Bolonia es la capital de la región italiana de Emilia-Romaña. Es una de las ciudades históricas mejor conservadas de Italia y tiene el segundo casco antiguo medieval más grande de Europa, después del de Venecia.

Nosotros llegamos en tren desde Milán. Pero Bolonia dispone de aeropuerto; hay un autobus desde el aeropuerto al centro de la ciudad, se puede coger al final de la terminal. El precio (año 2014) es de 10 euros ida y vuelta, y tarda unos 30 minutos. Si vas en coche hay un aparcamiento bien situado, al norte de la zona centro. Está un poco al sur de la estación de tren y de autobús, en la Piazza dell’8 Agosto.

Bolonia es conocida como la ciudad roja, tanto por su supuesta ideología política como por el color del ladrillo que se usa en casi todas las construcciones. Esta ciudad universitaria por excelencia (la Universidad de Bolonia es la universidad más antigua del mundo occidental, es de 1088) tiene mucho ambiente y vida por sus calles. Además del color rojo, al pasear por la ciudad, destacan su imponentes edificios y la abundancia de soportales (los cuales se agradecen los días de lluvia). De hecho, Bolonia tiene el pórtico más largo del mundo, que va de la Piazza di Porta Saragozza a la Basilica di San Luca, con 666 arcos y más de tres kilómetros y medio de longitud.

La Piazza Maggiore es el punto de encuentro y uno de los lugares más emblemáticos de esta ciudad. Pegada a esta plaza, tanto que no parece que sean dos, otra plaza, la Piazza de Neptuno, con una fuente monumental que representa a este Dios, rodeado de sirenas y ángeles.
Los edificios que rodean estas plazas son espectaculares. Uno de ellos, es el Palazzo Comunale, que es la sede del Ayuntamiento desde 1336. En su fachada destaca la estatua del Papa Gregorio XIII, al cual debemos el calendario que usamos todos nosotros (calendario gregoriano). En su interior, podemos visitar dos importantes galerías de arte: la Collezioni Comunali d´Arte y el Museo Morandi (ambas gratuitas).

También da a la plaza, la Basílica de San Petronio, diseñada para que fuera más grande que la Basílica de San Pedro de Roma, pero que nunca fue terminada; ya que el Papa Pio IV decidió que los fondos se destinaran a la Universidad.  En esta iglesia fue coronado en 1530, Carlos V como emperador y en ella está enterrada Elisa Bonaparte (hermana de Napoleón). En la plaza además podemos admirar el Palazzo de Podestá y el de los Notarios.

Desviandonos por una calle lateral, se llega al Museo Arqueológico, que reúne una estupenda colleción de arte etrusco y egipcio.  Desde ahí, este muy cercana la zona universitaria. Merece la pena visitar el Palazzo dell'archiginnasio, sede de la Universidad de 1563 a 1805. La entrada es gratuita.

En la zona universitaria, están uno de los símbolos de esta ciudad, las dos torres de Bolonia. La más alta es la Torre degli Asinelli (97,20 metros) a la cual se puede subir, aunque son 498 escalones; eso si la recompensa son unas vistas espectaculares. Hay verjas en todos los miradores por lo que los peques estarán seguros. El coste por subir para los adultos es de 3 euros por persona. La otra torre, se llama Torre Garisenda (48,16 metros) y está cerrada al público, dada su peligrosa inclinación. Su función era defensiva y también un símbolo de riqueza y prestigio de sus poseedores.

Desde allí, podemos disfrutar de callejear por la ciudad para ver la Basílica di Santo Stefano. Es un conjunto de cuatro iglesias que se conservan donde hubo un total de siete, adosadas la una a la otra, es el monumento más antiguo de Bolonia. También llamado Santa Jerusalen. Todo este conjunto arquitectónico se puede visitar de forma gratuita. Los domingos por la mañana se celebra un mercadillo de antigüedades en esa plaza.

Otra opción con los peques es ir a Giardini Margherita, el parque más grande de toda la ciudad, que cuenta con una pequeño lago.  Ir a visitar el canal de agua, es otro de los planes que mas les gustará a los niños. Antiguamente, Bolonia estaba atravesada por canales de agua. Fue tan importante como Venecia en cuanto a comercio fluvial y comercio industrial. Los canales comenzaron a construirse en el siglo XII, y aunque llegaron a tener más de 80 kilómetros de extensión, fueron tapados a lo largo del siglo XX. Podéis demostrar a los peques que el agua fluye por debajo de sus pies llevándoles a la Vía Piella. En esta calle parte de uno de los canales sale a la superficie para volver a desaparecer metros más adelante .

Y para comer, hay un amplio abanico de opciones para elegir; aunque lo ideal es probar alguno de los platos típicos de la cocina boloñesa, como los tagliatelle al ragù (lo que nosotros llamamos salsa boloñesa), los tortellini in brodo (pasta fresca rellena de carne, servida con caldo de ave), los crescentine (fritura de harina rellena de mortadela o salami) y cómo no, la famosa mortadella de la región, que no se parece en nada a la que venden en España con ese nombre. Una curiosidad, el aperitivo, que se toma por la tarde, es una costumbre muy arraigada en Bolonia.

En otro post os sigo contando los pequeños descubrimientos de esta ruta italiana. 

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Las cuevas de Canelobre

Con niños también se puede hacer algo de espeleología. A 24 km al norte de Alicante, en el pueblo de Busot encontramos las cuevas de Canelobre. Estas cuevas cuentan con una de las bóvedas más alta de España (70 metros de altura).

La entrada son 6 euros para adultos, niños entre 5 y 12 años, 2,5 euros y los menores de 5 años gratis. Las visitas son guiadas, y duran unos 45 minutos.

El nombre de las cuevas “Canelobre” viene de la mayor de las caprichosas figuras creada por el agua durante más de 100.000 años, un candelabro, canelobre en valenciano.

Según crónicas árabes encontradas, estas cuevas fueron descubiertas allá por el año 740 por los árabes que penetraron en su interior a través del único paso que había situado a la derecha, en un alto de difícil acceso.

Desde el s.XIX se realizan ya visitas a la cueva y las crónicas hablan de conjuntos de estalactitas y estalagmitas verdaderamente impresionantes, hoy muchos desaparecidos ya que la apertura del nuevo túnel de acceso con dinamita provocó la caída de algunos de ellos. Fue el ejercito republicano durante la Guerra Civil, quien hizo esta entrada para usar las cuevas como refugio y taller de reparación y montaje de motores del avión Polikarpov I-16 Tipo 5 y 6, conocido como “Mosca”.

En el interior de la cueva construyeron tres plataformas a distintos niveles, lo que da fe de la altura que tiene la cueva. Todavía pueden verse en algunas paredes los agujeros sobre los que se apoyaban las vigas donde reposaban las plataformas. Tras la contienda fueron destruidas hasta que en 1963 se construyeron las actuales y los accesos adecuados para las visitas turísticas.

Y, si queréis algo todavía más sorprendente, podéis acudir a algún concierto de los que a menudo se celebra en la cueva aprovechando sus condiciones acústicas y ambientales. El próximo será el 13 de diciembre (más información aquí)

¡Ah! y para los papis especialistas, también se puede realizar espeleología, pero eso ya no es una cuestión turística.

Más en información, en su página web.

martes, 11 de noviembre de 2014

Museo Egipcio de León

Para los amantes de Egipto, podemos encontrar muchas colecciones egipcias fuera de Egipto. En España, disponemos de las siguientes:

  •  Museu Egipci de Barcelona. Barcelona.
  • Museu de l’Orient Bíblic de Montserrat. Montserrat (Barcelona).
  • Biblioteca-Museu Víctor Balaguer. Vilanova i la Geltrú.
  • Museu Bíblic. Palma de Mallorca.
  • Museo Arqueológico Nacional. Madrid.
  • Museo Municipal de Arqueología. Almuñécar.
  • Museo Liceo Egipcio. La Virgen del Camino (León).

Hoy os voy a hablar del Museo Liceo Egipcio de León, uno de los menos conocidos. Pero no por ello menos interesante y además con múltiples actividades para niños.
Encontramos este museo en la localidad de La Virgen del Camino, a 8 km de León capital. Es un museo dedicado al Antiguo Egipto de carácter totalmente privado, que reúne más de 350 piezas y  de 2.000 libros de texto egipcios. Llevan muy poco tiempo abierto, apenas dos años por lo que todavía deben mejorar algunos aspectos. No obstante, a nivel didáctico, es una opción respetable, que creo que debe apoyarse.

El precio de la entrada son tres euros y toda la información práctica la podéis encontrar en su web.

El museo no es muy grande (unos 125 m2). Dos estatuas de dos metros de altura del faraón Seti I dan acceso al mismo. Exponen piezas originales faraónicas mezcladas con réplicas de museos europeos y artesanía clásica, reproducciones - láminas de pintura orientalistas, además de minerales, fósiles, algún libro antiguo y contados grabados antiguos, más algún facsímil de documentos atribuidos a Howard Carter o J.F. Champollion.

Es además el primer museo tifológico de este tipo, con réplicas exactas de los objetos que los ciegos pueden tocar.

La oferta se completa con la parte divulgativa del Liceo con cursos sobre ésta cultura. En una finca próxima, se hacen simulaciones de una excavación en las que se enseñan a los niños a desenterrar sarcófagos y tesoros del antiguo Egipto y a catalogar las piezas extraídas.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

La casa del ratoncito Pérez

En el centro de Madrid, en la calle Arenal, encontramos una placa que dice: "Aquí vivía, dentro de una caja de galletas, en la confitería Prats, RATÓN PEREZ, según el cuento que el padre Coloma escribió para el rey niño Alfonso XIII.” Y es justo en este lugar, donde podemos encontrar la casa museo del Ratón Pérez.

El Ratoncito Pérez recoge los dientes de leche que se les caen a los niños. Estos colocan su diente debajo de la almohada y el ratoncillo se lo cambia por una moneda o un regalo.

La entrada a este mini-museo está precedida de una pequeña tienda donde, además de la ambientada decoración, se pueden comprar múltiples objetos relacionados con este ratón y con nuestra dentadura de leche. Entre estos, y como destacable, venden una re-edición del cuento original de Coloma (que no había modo alguno de encontrarlo), y la acompañan de otro librillo con una breve biografía del autor y un poquito de la historia. Además se pueden comprar las monedas que el ratón deja bajo la almohada e incluso un certificado de la caída del diente. Para acceder al Museo, hay que subir unas escaleras hasta el primer piso. La entrada cuesta un euro para los mayores y es gratis para los niños.

En el museo podemos ver una reproducción del despacho de Pérez a escala humana, al que es posible acceder a través de la caja de galletas Huntley, dientes de leche de personajes ilustres (Rosalía de Castro, Edit Piaf, Pasteur,..), la maqueta escala 1:1 de la casa de la familia Pérez, buzón de cartas y salón de lectura, una colección de payasos y arlequines del rey Buby I, la poesía de Gloria Fuertes y muchas cosas más.

Como siempre toda la información práctica en su web.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Acompañando a Robin Hood

Basándose en una leyenda popular, se han hecho varias películas sobre Robin Hood. Algunas de las clásicas se pueden disfrutar con los peques de la casa, aunque la más conocida para ellos es la de dibujos animados. Disney, en 1973, usó animales en lugar de personas para crear este clásico de las películas de animación.

Atención!! Leyenda para contar a los niños
Robin Longstride o Robin de Locksley era un hombre de gran corazón, fabuloso arquero y defensor de los pobres y oprimidos, en la Inglaterra de la Edad Media. Luchaba contra el sheriff de Nottingham y el príncipe Juan sin Tierra, y vivía fuera de la ley, escondido en el Bosque de Sherwood y de Barnsdale, cerca de la ciudad de Nottingham. En aquella época, todo individuo que se oponía a los edictos reales era forajido.

Acompañados por este personaje os propongo una ruta por esta zona que no os defraudará. Si decidís ir en coche hasta este lugar, no tendréis perdida, ya que las señales de carretera llevan un pequeño dibujo de Robin Hood con su arco.

Nottingham es la capital del condado de Nottinghamshire, situado en la región de East Midlands. El Aeropuerto más cercano de Nottingham es el Aeropuerto de East Midlands (a unos 15 kilómetros), hay autobuses cada 30 minutos y tarda en llegar a la ciudad de Nottingham unos 20 minutos, el precio del billete es de 12 libras ida y vuelta. En Nottingham vivía el eterno enemigo de Robin Hood: el sheriff de Nottingham, que trabajaba para el malvado Juan Sin Tierra y aterrorizaba sin piedad a los habitantes de Nottingham. 

Junto a la estación de ferrocarril, se puede visitar la red de canales, desde donde hay unas magníficas vistas del Castillo, uno de los más antiguos de Inglaterra, y de la zona de la calle Wilford. Allí podemos pasear junto al canal y admirar las barcazas.
En esta zona hay muchos bares y restaurantes. Muy cerca encontramos el Brewhouse Yard y las cuevas Castle Rock, justo debajo del Castillo, las cinco casas son del siglo XVII y pertenecen al estilo campestre de la zona. Una de estas casas es una juguetería de 1930, que si a los niños les gusta no os digo nada a los mayores... Después es visita obligada el castillo. A su entrada encontraremos la estatua de Robin Hood. Este castillo solo conserva de la época medieval la entrada. El castillo quedó totalmente destruido durante una guerra civil en el siglo XV y luego lo reconstruyeron con el estilo de la época (tipo palacete).

A los pies del castillo, el visitante puede descansar donde se cuenta que lo hizo el mismo Robin Hood. Es decir, en el mítico pub Old Trip to Jerusalen, el más antiguo de Inglaterra, pues data de 1189.

Otro pub que merece la pena visitar es Pitcher and Piano. Está en una antigua iglesia gótica, se puede comer o beber y admirar los pilares, las vidrieras y hasta un magnífico órgano. Es un poco caro, pero por pasar y verlo, no dicen nada.

También merece la pena pasear por la zona del Ayuntamiento. Este es de estilo clásico griego, y corona una magnifica plaza donde en invierno y para navidades suelen colocar una impresionante noria.

Para acercarnos al bosque una buena opción es coger uno de los buses conocidos como "Sherwood arrow" y cuyos horarios están disponibles en la oficina de Turismo. Está situado junto al pequeño  pueblo de Edwinstowe, a unos 40 minutos. En este pueblo podemos encontrar la iglesia donde dice la leyenda Robin Hood y Lady Marian se casaron. Una iglesia medieval muy bien conservada, pequeñita, con el techo de madera, las paredes de piedra, preciosa.

El bosque de Sherwood también se llama “el corazón de roble de Gran Bretaña” porque está formado principalmente por robles centenarios que se intercalan con claros silvestres. No te marches de Sherwood sin visitar el Gran Roble "Major oak". Tiene cerca de 800 años y dice la leyenda que en su tronco hueco estaba la guarida secreta de Robin Hood. El Gran Roble ha sido elegido el árbol favorito de Gran Bretaña, su tronco tiene 10 metros de circunferencia y sus ramas miden más de 28. En el centro del bosque está el centro de información turística. También hay un restaurante, la tienda y un recorrido por la historia de Robin Hood.

Dos fechas especiales: en agosto, el Robin Hood Festival, en el cual el bosque de Sherwood se llena de disfraces, justas y momentos medievales; y en octubre, el Robin Hood Pageant, en el cual donde se disfruta la fiesta medieval y los disfraces es en el castillo de Nottingham.

No me digáis que no es un buen plan para una escapa con peques. 

domingo, 2 de noviembre de 2014

Francisco Ibáñez en el Círculo de Bellas Artes

Hemos estado visitando la exposición del dibujante Francisco Ibáñez en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. Por si alguno no lo sabe es el padre de Mortadelo y Filemón, El Botones Sacarino o Pepe Gotera y Otilio, La familia Trapisonda, los alocados vecinos de 13 Rúe del Percebe, Chicha, Tato y Clodoveo y, el preferido del autor, Rompetechos.

La exposición comienza con una bibliografía de Ibáñez, desde el primer chiste que le publicaron, en la revista Chicos en 1957, hasta la actualidad. También podemos encontrar un gran mural con las famosas portadas de Ibáñez, más de cien revistas publicadas desde los años cincuenta hasta la actualidad, una serie de dibujos originales y juguetes de los años 60. Una pequeña muestra, ya que este gran dibujante sólo de Mortadelo y Filemón ha podido dibujar más de 12.000 páginas.

Nuestra peque está a punto de cumplir dos años, pero disfruto como la que más con las ilustraciones a tamaño gigante para ella. Así que totalmente recomendable para ir con peques.

Podrá verse en el círculo de Bellas Artes hasta el 18 de enero. De martes a domingo, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00 (los lunes está cerrado). La entrada, para adultos, es de 3 euros


Una pequeña nota por si alguien no lo conoce. El Círculo de Bellas Artes  es una entidad cultural privada sin ánimo de lucro que desde 1921 está declarado “Centro de Protección de las Bellas Artes y de Utilidad Pública”. Su azotea cuenta con una de las mejores y más espectaculares vistas de Madrid. Merece la pena visitarla.