viernes, 11 de diciembre de 2015

Las Eolias

El turismo masivo nunca se ha sentido atraído por este lugar; mejor, así este pequeño Patrimonio de la Humanidad se puede conservar sin problemas. Las islas Eolias o Eólicas son  un archipiélago volcánico en el mar Tirreno, situado frente a la costa nordeste de Sicilia.
La isla más grande es Lípari, razón por la cual se conoce también al archipiélago como islas Lípari. Las otras islas son Vulcano, Salina, Stromboli, Filicudi, Alicudi y Panarea.

Supongo que uno de los motivos para no estar invadidas de turistas es que llegar resulta algo "entretenido". Milazzo es el principal punto de partida de los ferrys a las Eolias. Para llegar allí desde España, hay dos opciones: volar hasta el aeropuerto de Catania, que es el más cercano a una hora y media de trayecto, con vuelos, vía Roma o Milán; y la otra opción es volar hasta Palermo, aunque está más lejos. Desde Milazzo, los trayectos de los ferry oscilan entre los 40 minutos a Vulcano y las casi tres horas a Strómboli. El viaje lleva su tiempo, pero es realizable sin problemas con peques. Las islas están bien conectadas entre sí por ferrys.

En una guía de turismo describe esta zona de una forma perfecta: "Los turistas vienen a las Islas Eolias, atraídos por la lava incandescente de Stromboli, la coquetería de Lípari, los paseos en barca de Panarea, la visión de las laderas de azufre de Vulcano, o los farallones de Filicudi"

En las Eolias se pueden encontrar muchos pequeños y preciosos hotelitos donde poder alojarse. No hay muchos, pero creo que los suficientes para el turismo que hay.

La primera parada de los ferrys desde Milazzo es Vulcano. Esta isla está formada por cuatro volcanes activos, es conocida por sus baños de lodo sulfuroso y por el color tornasolado de sus tierras. Vulcano era la fragua de Hefestos para los griegos (dios Vulcano para los romanos) situada en en el interior del cráter del volcán que domina la isla. 
A menos de un cuarto de hora está Lipari, la isla principal, famosa por sus acantilados blancos de piedra pómez. Debido a la importancia de la isla, el archipiélago entero recibe con frecuencia el nombre de islas Lipari, aunque todavía se emplea la antigua denominación (islas Eolias). En Lipari, es imprescindible visitar el museo arqueológico es uno de los más importantes en cuanto a arqueología submarina.

Otra de las islas es Stromboli. El volcán Stromboli se eleva 924 m sobre el nivel del mar  pero tiene en realidad una altitud de 2.000 m sobre el piso oceánico.
Hay tres cráteres activos en la cumbre. Destaca la Sciara del Fuoco ("Río de fuego"), una gran depresión en forma de herradura generada en los últimos 13.000 años por varios colapsos en la cara noroeste del cono. Por ella descienden hasta el mar los bloques de lava y fuego después de cada explosión. Es imprescindible hacer una excursión nocturna frente al Stromboli para admirar desde el agua los fuegos artificiales de sus explosiones (es muy fácil idenficar los barcos que realizan esta visita). Para los más deportistas, conviene efectuar una caminata de noche hasta la misma cima del volcán (siempre teniendo en cuenta los peligros de respirar el anhídrido sulfúrico de las emisiones volcánicas), tan impactante como los míticos granizados de Da Alfredo en Santa María de Salina (dicen que los mejores del mundo). La visita es segura, pues la última erupción violenta se produjo en 1930 y desde entonces está en permanente vigilancia. Las explosiones de fuego y lava se repiten rítmicamente cada 20 minutos, y como prólogo a cada erupción se oye un potente rugido, el suelo tiembla y finalmente surgen los fogonazos.

El granizado del que os hablaba está en una pueblo de la isla llamada Salina.
Esta isla es la única de las islas Eolias que cuenta con manantiales de agua naturales. Esto junto con las viejas erupciones de los volcanes la han dotado de tierra fértil donde abundan las uvas para elaborar el vino malvasia.
Las embarcaciones llegan a Santa Marina o a un pueblo pesquero, Rinella. Malfa, al norte, y Leni son otros pueblos también importantes de la isla. Sólo en verano hay oficinas de turismo en Rinella, Malfa y Santa Marina, que es el pueblo más importante y donde está ubicado el puerto y la heladería en cuestión (Via Marina Garibaldi).

Un tesoro escondido digno de descubrir.